Es una pena cuando personas que hacen algún trabajo o brindan algún servicio que vale la pena, hacen cosas despreciables o al menos, reprobables, que es necesario señalar -reprobar o, si corresponde, despreciar-. Sabes que hay quienes aprovecharán para generalizar de modo que todos los que sean del mismo conjunto, salgan perdiendo. Sabes que el trabajo o servicio será desprestigiado, a pesar de que no deja de tener el valor que tenía, antes de que la persona metiera la pata -o cosas peores-.
Silvia Parque