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¿Es WhatsApp una aplicación de confianza?

Publicado el 08 septiembre 2011 por Anecdesigns

WhatsApp se ha convertido en el sistema de facto de mensajería instantánea para teléfonos móviles. No solo se ha convertido en un dolor de cabeza para cualquier operadora por la disminución del uso de SMS, también representa una seria competencia para RIM, que siempre han vendido la conveniencia del BlackBerry Messenger como uno de los puntos fuertes de venta de sus teléfonos.

WhatsApp ha sido sumamente inteligente en tres puntos clave:

  • Versiones del software para cuatro diferentes plataformas: iPhone, Android, BlackBerry y Symbian.
  • Venta del producto a precios sumamente accesibles: 0,99 dólares  en iPhone y suscripciones anuales en Android, BackBerry y Symbian (aunque usuarios de Android pueden usar el primer año gratis, dando aún más tracción al uso del software).
  • Proceso simple de registro: no hay nombre de usuario, no hay que poner un email, simplemente confirmar el número de teléfono, recibir un SMS de verificación y ya se puede usar la aplicación. No hay planes mensuales, no hay costo por mensaje, no hay diferencias entre usuarios que están en un país u otro. Ni siquiera hay que poner nuestro nombre real, ese dato lo obtiene de la libreta de direcciones de las personas que te tienen ahí.

El resultado es una aplicación/servicio que es usado en todo el mundo, que crece exponencialmente mes con mes, que permite que millones de personas puedan “mensajearse” con un costo bajísimo, que puedan comunicarse con texto no importa dónde estén, siempre desde sus móviles.

¿Suena bien, verdad?

Bueno, de hecho lo es, pero por atrás hay una serie de consideraciones, problemas, falta de datos y simples ‘huecos informativos’ que preocupan. Empezando por la compañía misma. Poco se sabe de WhatsApp, su forma de operar o cuántos empleados tienen. Se sabe que la compañía fue fundada por Jan Koum y Brian Acton. No es un dato que aparezca en su web, tienes que hacer alguna que otra búsqueda en Google para saber nombres.

Pero la preocupación real de WhatsApp está relacionada con temas de privacidad, sesión de datos y qué pasa con todo ese tráfico que se intercambia por medio de sus redes. ¿Guardan los números de teléfono? ¿Dónde? ¿Qué hacen con esa base de datos inmensa? ¿Se guarda un registro de los mensajes? ¿Sí o no? ¿Por qué sí, o por qué no? Recientemente, inclusive, hay protestas sobre el proceso (no documentado, por cierto) para darse de baja del servicio.

¿Tienen la aplicación instalada? busquen algún botón u opción que les permita eliminarse del servicio, es decir, que si alguien te tiene en su lista de contactos, no aparezcas como que usas la aplicación. No hay. El proceso, al no haber lugar donde realmente se explique cómo funciona, puede ser tedioso. Resulta que hay que enviar un correo a soporte técnico, esperar a que contesten, confiar en que enviaste toda la información que piden de forma correcta y esperar 24 horas a ser eliminado de la base de datos. Definitivamente un proceso cuestionable y poco efectivo.

Pero dejemos a un lado el tema de la privacidad, digamos que debemos de confiar en las buenas intenciones de la compañía, que nuestros datos están seguros y no hacen cosas “raras” con ellos. ¿Estamos seguros que queremos depender de una empresa privada que usa una red propietaria, que no permite la interconexión con otras aplicaciones de mensajería y que llegado el momento podría inclusive empezar a tomar decisiones para presionar a operadoras o fabricantes? Caso hipotético: WhatsApp y Google están en negociaciones para incluir la aplicación como servicio de mensajería preferido para la plataforma. Las conversaciones van a un lugar incómodo, Google no hace lo que WhatsApp quiere y como forma de presión deciden bloquear a todos y cada uno de los usuarios que usan su servicio desde Android durante dos días.

Esto es posible porque WhatsApp es un servicio y no una plataforma, pero sobre todo, no es una plataforma abierta con estándares en que cualquier compañía puede crear y crecer sobre ella.

¿Qué pasaría si un día, por motivos hipotéticos WhatsApp deja de existir? Hay una gran apuesta por parte de ciertos fabricantes, de ciertas plataformas por el servicio. No me resulta del todo extraño ver publicidad de ciertas marcas de teléfonos móviles que incluyen a WhatsApp como uno de los motivos por los cuales se debería comprar el teléfono. En Asia Nokia ha llegado a hacer un spot televisivo enfocado unica y exclusivamente en el hecho que ellos soportan WhatsApp desde su plataforma. Es que son fabricantes que apuestan en una empresa externa para ofrecer un servicio con el cual pueden competir contra BlackBerry Messenger. Un servicio de una compañía que no tienen control, que puede desaparecer, volverse maligna o traicionar a sus socios tecnológicos.

Honestamente me preocupa que se esté construyendo la red de mensajería de textos en móviles más grande sobre un servicio y no una plataforma. Sobre una empresa que no ha dejado claro hasta ahora sus intenciones a largo plazo y no sobre un protocolo abierto que cualquier fabricante o desarrollador pueda estudiar para construir su propia aplicación que funciona bajo dicha red, con procedimientos y métodos de conexión estandarizados.

Entiendo la conveniencia y lo práctico que es mensajearse usando WhatsApp, pero si valoras tu información un poco, te doy algunos consejos:

  • No usar WhatsApp para temas sensibles, es decir, cualquier información que no darías a un extraño para que se lo entregue a otras persona.
  • Nunca jamás usarlo para transmitir números de tarjetas de crédito, cuentas de banco y demás datos financieros.
  • Establece canales alternos propios para comunicación corporativa, en vez de confiar en este servicio, por muy pequeña que sea tu empresa.

Por: Eduardo Arcos


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