Hay personas que presumen de profundidad de pensamiento y se pierden en la Historia y la Filosofía, en la Teoría de Cuerdas y en las cajas de Schrödinger, pero que no reconocen la belleza de las pequeñas cosas ni siquiera cuando la tienen delante de la nariz.
Y bueno, supongo que hay muchos tipos de personas, que cada cual tiene derecho a ser y pensar como quiera y que ellos pueden opinar que soy una mujer de mente ligera que se distrae con banalidades, pero me parece bien. Así, cuando me siento en el acantilado sobre el mar para relajarme escuchando cómo las olas arrastran guijarros por la orilla, tengo la impresión de que ese atardecer- ese instante- es sólo para mí.