Del interior solo se puede visitar la planta baja, donde hay un pequeño bar y una sala de exposiciones. Pero lo que vale la pena realmente del lugar son las vistas al atlántico, una estampa salvaje y maravillosa. Te recomiendo que si visitas el lugar, claves tus ojos en el horizonte y verás dibujado un océano curvo
Entre Camariñas y el pueblecito de Arou transcurre una pista que va bordeando los acantilados. Merece la pena hacer este recorrido de 20 kilómetros entre parajes solitarios, arenales y rocas espectaculares.
Además del faro, también dimos un paseito por el pueblo, caminamos por el paseo marítimo y disfrutamos del buen tiempo que hacía ese día...
Espero que os haya gustado el paseo.Si te has quedado con más ganas de ver pueblos marineros de la costa da morte, puedes ver más post con imágenes preciosas e inspiradoras (Muxía, Finisterre, Laxe, Malpica, Caión)
Un besazo.