Implacable pero cuestionado dato de participación en las elecciones para elegir al líder del país es una prueba contundente para el régimen norcoreano para vigilar a los habitantes para bloquear el escape que muchos lo tenían planeado a China. Casi 99,97% de participación y el visto bueno que ronda a la perfección para la reelección del líder (100%) son las mejores armas para ellos mismos crean que el autoritarismo es un concepto respaldado, sin contar el manejo fraudulento de los datos cuantitativos que ejercen de forma frecuente en las elecciones o en los conteos de la población de Corea del Norte.
Los que ya llevan fuera del país a largo plazo no piensan en pisar el territorio hasta que suceda el derrumbe del régimen comunista pero existen movimientos silenciosos de la población de forma inversa durante las elecciones a aquellos que acababan de salir del país para que el régimen no detecte sus antecedentes circulatorias. Al ser considerado traidor a todos aquellos que abstienen de las elecciones o etiquetados como los "escapados", los que vuelven echan la suerte por segunda vez esperando el momento adecuado en las fronteras. A otros, la suerte no está a sus lados y acaban siendo detenidos, torturados y trasladados a los campos.
Una vez concluidas las elecciones, la elaboración del plan del escape se le ronda a la cabeza de miles de personas que volvieron de China. También existen aquellos grupos de habitantes que tratan de desertar por primera vez una vez finalizadas los recuentos inmejorables de las papeletas. Ya elegido por enésima vez el mismo líder y que cantidades de fieles al régimen estén distraídos en sonreírse y alimentarse en las fiestas locales por la "grandeza" del país, los que huyen ya estarán durante las madrugadas a varios pies del inmenso territorio chino.