Escribí la ventana y se abrió tu cuerpo
y sopló el viento de la tarde de agosto
y el frío erizaba tus pezones
y mi calor y tu calor
y soñaste veranos
y tu piel se disfrazaba de mí,
escribí palabra y comiste de mi mano
y te desnudaste en silencios
te llenaste de aromas a canela
a café molido
a universo repleto de frutas maduras,
escribí conjuros y tus labios se desgarraron en los mios
húmedos y acallados gritos ensayó tu alma
y no me hizo falta escribir alma
y no me hizo falta escribir nada mas.