“La necesidad de ser escuchado sin haber hablado, dio origen a la escritura…”
Recuerdo mis años mozos en la secundaria, prefería irme a lo que le llamaban biblioteca y buscar un rincón alejado para sacar mi libreta de dibujo y darle rienda suelta a la imaginación. Los dibujos no tenían pies ni cabeza, mi psicóloga (de la Gestalt), seguramente diría que se debe a los múltiples traumas de mi infancia, pero no, la realidad es que nunca he sido bueno dibujando, aunque ocasionalmente retomo la actividad por periodos breves.
Después en la preparatoria, sin saber realmente porque, comencé a escribir en una libreta, recuerdo que me sobro esa libreta después de haber surtido la lista de útiles para iniciar el tercer semestre y obviamente, era de raya. —No la puedo usar para dibujar —me dije a mi mismo—, mientras de manera autómata escribí “aquí no puedo dibujar, pero si escribir”, el resto fue el inicio de un placer que aun no termino de entender, la escritura.
¿Para qué escribes?
La semana pasada, después de comer y ya en la sobremesa, me preguntaron: ¿para qué escribes?
—Porque me gusta. —contesté rápidamente y no di más pie (típico de mi) a que me preguntaran más.
Aunque me hubiera gustado desarrollar mas mi respuesta en ese momento, decidí que no, lo haría como me gusta, de manera escrita.
¿Por qué vas al gimnasio?, obvio, para ejercitar el cuerpo y lograr algunos objetivos, perder grasa, estar saludables y que tus músculos se desarrollen.
Entonces, una vez establecido lo anterior, a mi me gusta escribir para expresar mi forma de pensar, lo que de mi absurda imaginación sale, mi día a día, experiencias, etcétera, con la intensión de que quien me lee de manera ocasional, frecuente o por alguna razón se tropezó con mi blog, sepan que hay alguien en el mundo llamado Pedro Sánchez, que es un músico, poeta y loco y tiene “algo” que decir escribir.
Lo anterior es muy romántico, pero al igual que el ejercicio desarrolla gradual y potencialmente los músculos del cuerpo, la escritura también se tiene que practicar para desarrollar gradual y potencialmente el hábito, la habilidad, el estilo y todo lo que en ella se encierra. ¡Vámos!, aprender a comunicarnos de forma escrita.
¿Qué beneficios he obtenido de la escritura?
Pues con el tiempo, he aprendido a comunicar de manera más efectiva y asertiva en mi vida personal y profesional, también la imaginación se ha incrementado, el conocimiento se ha potenciado, he aprendido palabras que en mi vida de estudiante nadie las menciono, he conocido de autores, de estilos y técnicas, que no se si estén plasmadas o no en mi escritura, pero lo disfruto enormemente.
He tenido varios blogs y de todo tipo, los últimos fueron “Diarios de un programador frustrado”, “lepedre”, “Kbyte” y ahora éste, “Diario de un músico, poeta y loco”.
En todos he escrito de todo y de nada, pero hoy por hoy me queda claro que después de la música, la escritura me ha traído grandes aprendizajes y satisfacciones.
¿Quién sabe?, tal vez después viva de escribir lo propio y lo ajeno .
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Imágen: StartupStockPhotos