Escribir de ti me aburre muchísimo. Solía regodearme en l...

Escribir de ti me aburre muchísimo. Solía regodearme en las extensas descripciones de tu escaso vello facial o el extraño olor de tu aliento porque no te gustaba lavarte los dientes.Solo había adquirido el inconsciente hábito de buscarle moralejas a todas las historias. A veces en la mañana redactaba notas mentales sobre lo que había sido la nuestra. Después de unos años llegue a la triste conclusión de que fuera de Interpol o los yeah yeah yeahs, lo único rescatable era que no había nada rescatable y que era ese enorme vacío lo que había llenado mis diarios y mis libretas todos aquellos años. Cuando te conocí me inquietó que no hablaras, como un desconocido que no considera el mundo suficientemente digno para derramar un poco del sonido que hacen sus cuerdas vocales. La verdad no se ni porque intente acercarme, como el que quiere saber lo que hay dentro de una caja cerrada a toda costa. No había nada dentro. Me quede sin historia y manché mi corazón tan blanco de algún color parecido al de mis zapatos. Ayer soñé contigo y con tu silencio dentro de una casa de madera. No pasaba nada, solo estabas ahí y tenias que ir a algún sitio, todo estaba inundado de agua y simplemente ibas con tu cara fea a otro sueño.