Revista Literatura
Escritor: ¿Una profesión o un hobby?
Publicado el 16 octubre 2011 por BlancamiosiMucho sehabla del oficio de escritor. Lo ciertoes que pocos pueden decir que son escritores profesionales, excepto, porsupuesto los que viven de la escritura. ¿Y quiénes lo hacen? Personas con el «Factor X» que determina el destino del escritor, nosiempre unido a la excelencia. Yo más bien creo que escribir es un hobby, pues es una pasión, una afición que nos deleita y nos causa mucho placer cuando sabemos que lo que escribimos es leído por otros.
El «Factor X» es conocido en los círculos de programación neurolingüistica como una cualidadque se puede aprender para lograr el éxito. Yo dudo mucho que se pueda aprender la pasión, el talento o los deseosde sacrificar gran parte de la vida para dedicarla a una labor tan infructuosacomo escribir un libro. Digo infructuosaporque si lo analizo, un libro no es más que una historia imaginaria. Una mentira escrita y rubricada, cuyo autorenseña con orgullo su nombre en la portada. Es la única manera de mentir impunemente y que todos queden felices,porque a la acción del que inventa la historia para que otros se la crean, seune la de la complicidad que se genera con el lector, quien se sentiráultrajado si le contaron una historia poco convincente.
Lacomplejidad del asunto es tal, que se hacen foros y se generan discusiones entorno a gran cantidad de libros cuyos autores, estoy segura, solo quisieronescribir una historia para el disfrute de los demás.
Pero… ¿Porqué algunos escritores obtienen el éxito y otros no? ¿Será que sus mentiras noestán bien contadas? ¿O será porque les falta el famoso «Factor X» del que tanto se habla incluso en el mundoempresarial?
Personalmentecreo que el «Factor X» es una cuestión de azar. Es comosacarse la lotería. Ocurre a menudo en el mundo del cine en donde se puedeapreciar con más claridad. Un buscador de talentos lo reconoce apenas lo ve.Sabe cuándo se encuentra ante una potencial estrella por muchos motivos quesolo se encuentran en su instinto de cazador. Si no me creen habría que preguntar a losmiles que se presentan a un casting de manera infructuosa. Y no se trata debuena presencia, belleza o espectacularidad. Se trata de ese je ne sais quoi que hace que el individuo deje deformar parte de la pluralidad y resalte como una luz en la oscuridad. Los queconocen de cine dicen que un individuo así es el que llena la pantalla, no porsu gordura (que también puede ser); la llena por su presencia escénica.
En laescritura es más difícil llenar otra cosa que no sean folios y más folios depalabras que, bien puestas, dan lugar a historias que pueden llegar amaravillar a la gente. A subyugarlas, ahacerlas soñar, vivir, amar y sufrir. El «Factor X» dependerá de qué tan bien estén encadenadoslos acontecimientos, los personajes y de lo que se tenga que contar, como paraque el lector no desee desprenderse del libro ni para ir a comer. Y algo más: Creo que también hace falta quese den determinados movimientos en el destino para que de manera clara,ordenada y sin equivocaciones, un escritor determinado se convierta en un súperventas. Nadie me va a convencer de que en todo esto no existe cierta magia: untoque de la varita mágica de la suerte, pues sé de muy buenos escritores que noles ha llegado el ansiado momento a pesar de tener talento, empeño, pasión y desaber escribir. Ha ocurrido siempre, noes solo hoy. Hoy se habla más de ello porque tenemos muchos medios paracomunicarnos.
Si losexpertos dicen que el «Factor X» se puedeaprender, tal vez sea hora de que empecemos a estudiarnos. ¿Qué hace falta paraescribir una novela magnífica? Una gran historia. Unos personajes inolvidablesy, por supuesto: saber la manera correcta de contarla.
¡Hasta la próxima, amigos!
B. Miosi