El «Factor X» es conocido en los círculos de programación neurolingüistica como una cualidadque se puede aprender para lograr el éxito. Yo dudo mucho que se pueda aprender la pasión, el talento o los deseosde sacrificar gran parte de la vida para dedicarla a una labor tan infructuosacomo escribir un libro. Digo infructuosaporque si lo analizo, un libro no es más que una historia imaginaria. Una mentira escrita y rubricada, cuyo autorenseña con orgullo su nombre en la portada. Es la única manera de mentir impunemente y que todos queden felices,porque a la acción del que inventa la historia para que otros se la crean, seune la de la complicidad que se genera con el lector, quien se sentiráultrajado si le contaron una historia poco convincente.
Lacomplejidad del asunto es tal, que se hacen foros y se generan discusiones entorno a gran cantidad de libros cuyos autores, estoy segura, solo quisieronescribir una historia para el disfrute de los demás.
Pero… ¿Porqué algunos escritores obtienen el éxito y otros no? ¿Será que sus mentiras noestán bien contadas? ¿O será porque les falta el famoso «Factor X» del que tanto se habla incluso en el mundoempresarial?
En laescritura es más difícil llenar otra cosa que no sean folios y más folios depalabras que, bien puestas, dan lugar a historias que pueden llegar amaravillar a la gente. A subyugarlas, ahacerlas soñar, vivir, amar y sufrir. El «Factor X» dependerá de qué tan bien estén encadenadoslos acontecimientos, los personajes y de lo que se tenga que contar, como paraque el lector no desee desprenderse del libro ni para ir a comer. Y algo más: Creo que también hace falta quese den determinados movimientos en el destino para que de manera clara,ordenada y sin equivocaciones, un escritor determinado se convierta en un súperventas. Nadie me va a convencer de que en todo esto no existe cierta magia: untoque de la varita mágica de la suerte, pues sé de muy buenos escritores que noles ha llegado el ansiado momento a pesar de tener talento, empeño, pasión y desaber escribir. Ha ocurrido siempre, noes solo hoy. Hoy se habla más de ello porque tenemos muchos medios paracomunicarnos.
Si losexpertos dicen que el «Factor X» se puedeaprender, tal vez sea hora de que empecemos a estudiarnos. ¿Qué hace falta paraescribir una novela magnífica? Una gran historia. Unos personajes inolvidablesy, por supuesto: saber la manera correcta de contarla.
¡Hasta la próxima, amigos!
B. Miosi