En la vida, todos somos esfuerzo. Mejor dicho, todos alguna vez peleamos por lo que queremos.
No son muchas las personas que día tras día pierden oportunidades por falta de esfuerzo y sacrificio en sus vidas, pero también son muchas las personas las que tras un día de esfuerzo, al final están felices por el resultado de su entrega.
A lo largo de nuestra vida, podemos ver dos tipos de personas, los que dan importancia a todo y se preocupan y los que no dan importancia a nada y nada los preocupa.
Es importante saber que el esfuerzo no siempre trae recompensa monetizada, pero si podemos decir que el esfuerzo hecho con cariño y sin esperar nada a cambio cuando te dan algo sienta como cosquillas en los pies, como el final de un escalofrío, como que el corazón corre a mil de repente, como si le hubieras salvado la vida a alguien sin esperar nada.
Muchas veces, sobre todo en ambientes de trabajo, todos conocemos los que se esfuerzan un montón con su trabajo, intentan llevar su trabajo a un ámbito de vamos a por todas, como en búsqueda de llegar a más con ese trabajo.
En mi opinión, hoy en día el esfuerzo parece cosa de cuento, solo sabemos muchas veces pedir cosas, pero cuando a nosotros se nos pide algo, no existe reacción o tal vez nos sale solo un "no puedo" sabiendo que es un "no quiero". Pues señores el esfuerzo trae recompensa así que levantense del sofá y luchen por lo que quieren.
Alvaro, un saludo.