Sus ojos, qué hermosos son,
grandes y profundos,
en ocasiones brillan, cuando me miran a mí.
Si me preguntan de qué color son,
tendría que decir que de todos.
Ahora solo pienso en ella,
en sus ojos…
quisiera vivir en ellos,
dormir en ellos,
incluso morir en ellos.
Camino para no pensar en ella,
pero eso es lo único que hago: pensar en ella.
Solo doy pasos sin darme cuenta,
comienzo a imaginarla
mientras recorro las escaleras...
Yo quería que las escaleras no terminaran.
Pensé que tal vez, solo tal vez,
tuve la oportunidad de tenerla,
pero supe que la había perdido;
pensé que quizá podría tener
una segunda oportunidad con ella,
pero las segundas oportunidades
solo se presentan en los libros
Acaban las escaleras
y me doy cuenta de que la he perdido,
la perdí a ella y a sus hermosos ojos que ya nunca serán míos.
Autor: Anonimo