PLAY&LEARN este es el concepto que mejor define las necesidades de los niños para crecer de la forma más feliz y por lo tanto les tenemos que ofrecer un entorno que les favorece.
El dormitorio de los niños es el espacio donde juegan, aprenden, duermen y sobretodo es donde crecen. En ese pequeño mundo suyo es importante prestar una especial atención en su decoración con elementos de tonos alegres y motivadores para ellos, pero sin sobrecargar en ambiente. Un niño necesita estar rodeado de ingredientes divertidos de los cuales el color tiene una alta influencia en su estado de ánimo. Cada color influye en su humor, los colores cálidos son fuerza y energía versus los fríos que transmiten armonía y paz. Los colores cálidos como los rojos, amarillos y naranjas transmiten una enorme alegría y gran vitalidad que les ayuda a tomarse la vida con pasión y entusiasmo. Y para contrarrestar esa exaltación de emociones, los tonos más fríos, azules, verdes y lilas les aportan tranquilidad y reflexión, lo que les ayuda a ser confiados dentro de un atmósfera de serenidad.
La propuesta es una justa dosis de cada color para conseguir un equilibrio recomendable y muy saludable. El resultado de la mezcla de todos los colores es la luz que hace brillar el mundo de nuestros pequeños seres que requieren de nuestra atención.
La ropa de cama, si es decorada con divertidos personajes, les ayudará a sentirse muy cómodos en su espacio, utilizando su mismo lenguaje. Con ello, podrán abrir su imaginación, inventar sus historias, aprender a contar. Les ayudará a potenciar su creatividad y a mejorar su autoestima.
Marcas de textil como Burrito Blanco se preocupan por ofrecer una amplia gama en sábanas, en fundas nórdicas, en sacos nórdicos y en colchas infantiles para aportar a los niños dibujos y colores ideales pensados para un feliz crecimiento.
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