España canta a la prima de riesgo

"Échame una mano prima, que viene el inversor a verme y estoy tan nerviosa, que no sé qué vestido ponerme..."
Así, vestida de faralaes y a ritmo de "arrikitaun" clama España a la prima de riesgo. El Tesoro Público por lo visto ha cumplido su objetivo para el cierre de la última subasta del mes vendiendo 3.050 millones de euros en letras a costa de subir los tipos.
El problema al que nos enfrentamos en realidad es que los inversores no confían en nuestros mercados y eso obliga a que se incrementen los tipos de las letras. ¿Quiénes son los inversores? Para esta última subasta, la mayoría son bancos españoles, sí, efectivamente son esos a los que se quiere rescatar.
Esa es una de las razones del ahogo que tiene nuestra economía, es decir, el Banco A español compra deuda pública al 1% y especula con ella para que se le paguen intereses por encima del 7,5% para el bono a 10 años porque la prima de riesgo se hace la interesante en este ligoteo. Esto es lo mismo que si yo te comprara una tela por 100 euros y confecciono un vestido a bajo coste (supongamos que la mano de obra es muy barata), para posteriormente vendértelo a 200 euros, y como la tela es de dudosa calidad, sólo te la compro yo y por eso te exijo ese precio, como no tienes a nadie más que te venda trajes, no te queda otra y me los compras a mí. En consecuencia tú eres mi proveedor y cliente a la vez, la línea que nos separa es muy delgada y ello implica que nuestros vicios se propagan del uno al otro en un pestañeo.
Lo mismo ocurre con la Banca Privada y la Deuda Soberana, están demasiado vinculadas y revueltas. España tiene una talla 40 y está embutida en la 36, el rescate parece inminente.
Por ello, en un acto desesperado y haciendo un guiño a la música de la Niña Pastori, nuestra España canta con melodía flamenca para que no se le caigan los lunares del traje. Lo sé, no todo es flamenco y olé, pero si digo isa canaria, chotis madrileño, jota aragonesa u otro baile típico, ¿a que te cuesta hacerte a la idea?