Este especial de la ciudad de Grahamstown que les vamos a hacer llegar en tres episodios, tiene como objetivo principal realizar una recorrida conjunta por el lugar en que elegimos reposar nuestras maltratadas humanidades luego del intenso recorrido bicontinental al que nos vimos expuestos desde Octubre del 2009 a Mayo de 2011, y que poco a poco se fue transformando en nuestro segundo hogar.
Para empezar con este recorrido que va a ser más bien fotográfico, les haremos entrega de una caminata diurna por la parte más urbana de la ciudad, área dónde la presencia de blancos es totalmente abrumadora, y lugar donde se mueve una economía alimentada casi en un cien por cien por la existencia de la Universidad de Rhodes, institución que es definitoria para la prosperidad de la ciudad y de la cual tuvimos la oportunidad de ser parte desde varios puntos de vista.
Casi todas las comodidades y recursos con los cuales fue factible la entrega de los últimos cuarenta post de este blog, fueron puestos a disposición por personas relacionadas con la facultad y a las cuales les debemos un eterno agradecimiento.
En fin, para no demorarlos mucho más, les contamos que la caminata empieza en nuestro búnker, el Arts lounge, ese lugar al que todavía no le encontramos calificativo de lo hermoso y reconfortante que es, y desde aquí, empezaremos a recorrer los hitos más importantes que definen la belleza exquisita de este pueblo colonial inglés, su pulcritud absoluta y sus mucho más que amables modos de dejarnos subsistir.
Caminaremos primeramente hacia el "arco" que marca la entrada al campus universitario, y desde ahí, les mostraremos la catedral de San Jorge, para sacarnos de encima dos de las insignias principales de la ciudad. Luego nos iremos lanzando hacia los barrios, museos, centros comerciales y eventos naturales como el "Dam" y puntos panorámicos y de referencia varios, que fueron los que acompañaron nuestra visual y que nos hicieron de marco contextual para estabilizar y purificar tanta cosa que veníamos cargando en las mochilas y en el espíritu.
En el medio de la recorrida nos detendremos a conocer a uno de los personajes más perseverantes de la ciudad, el eterno e infinito guitarrista callejero (quién a nuestro criterio debería ser considerado ciudadano ilustre y embajador vitalicio) y seguiremos caminando para terminar observando una de las indescriptibles puestas de sol que adornan nuestras tardes desde hace ya algunos meses.
Bienvenidos entonces a nuestro amable énclave sudafricano y a la jovialidad, vitalidad y hermosura de la ciudad más linda del Eastern Cape... Bienvenidos a esta relajante caminata por la ciudad de Grahamstown... Gracias y hasta la próxima...
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