En España, el ‘Gin-tonic preparado’ de lujo (ginebra, tónica y limón o lima – en gajo, solo la corteza, o con un chorrito del cítrico), ha quedado relegado al nivel de versión básica para cualquier aficionado. Ahora, cualquier gin tonic lleva algún añadido, desde unas simples bayas hasta una colección de hierbas y frutas que hacen de la copa una sucursal en pequeño del Mato Grosso brasileño. No pretendemos aquí dar instrucciones sobre cómo preparar cada una de la posibles variaciones, ya que hay que tener en cuenta la ginebra, la tónica, y lo que es más importante, los gustos del consumidor. Solo vamos a dar algunas ideas de que especias pueden combinarse con esta bebida, según lo aventurero que queramos ser.
Hay algunas especias que son básicas y fáciles de combinar, porque en muchos casos forman parte del destilado de la propia ginebra, como son la baya de Enebro (o nebrina), regaliz, lavanda, cardamomo, añadidas a la tradicional corteza de nuestro cítrico favorito, incluido el yuzu si queremos ser realmente exóticos.
Menos evidentes, pero muy extendidas en su uso son otras especias como el Haba Tonka, jengibre, pimientas de todo tipo (negra, rosa, de Jamaica, de Sichuán…), la canela en rama, el anís estrellado, comino, combinado o no con diversas hierbas como menta, hierba limón, tomillo o romero.
Y a partir de ahí, casi cualquier combinación es posible, incluso un gin tonic picante, ¡con jalapeño y cilantro!
Contadnos, ¿cuál es vuestra receta favorita de gin tonic?