Muchas veces nos hemos reflejado en espejos, preguntándonos quienes somos en realidad y porque el destino caprichoso nos ha puesto en situaciones a las que hemos evitado toda la vida sortear, pero cada vez que la duda existencial nos embriague con su dulce melodía, piensa: ¿Estás seguro que eres lo que ves, no por tu reflejo sino por lo que llevas dentro? Solo las personas que nos aprecian tienen el don de vernos realmente como somos y ese espejo solo existe en el alma humana.