Revista Diario
Esquicio
Publicado el 16 febrero 2012 por LaguaridaESQUICIO
Esquicio está feliz.Una intensa sonrisa dibuja sus labios.Sus pensamientos están lejos, muylejos de aquí.Quizá se ha enamorado…De repente, siente sucuerpo retorcerse.Muere.
Esquicio está triste.Una lágrima obstinada reluceen su mejilla.Se abraza con fuerza a símismo.Pero, ¿por qué tantadesolación?Le han destrozado, rotoen mil pedazos.Y muere.
Esquicio no expresasentimiento alguno.Su rostro está vacío.¡Qué simpleza! ¡Quévulgaridad!Esquicio presiente sufinal.Con un sencillo abrecartasle atraviesan una y otra vez.Y, sí, muere.
Esquicio estadesquiciado.Su boca deforme escupeespuma.Sobre la palma de su manolate su corazón gris.Y ahora arde, arde todo suser.Y, sí, Esquicio muere.¿O no?
El artista frustradoduerme en un sofá destartalado.Sobre su pecho reposa unabotella de ginebra vacía.Esquicio escapade la chimenea.El gurruño de papel llameante rueda por el suelo,
yalcanza la alfombra de arpillera.Rápidamente, toda lacabaña es pasto de las llamas.Y, sí, ahora sí, Esquicio muere, para siempre:
Su autor ha muerto con él.
Fin