Esquivocado

Publicado el 18 noviembre 2011 por Isonauta
Iba caminando por Dr. Johow y sentí nostalgia de reptiles.
Me detuve para ver entre la hierba un suspiro rugoso, un soplo milenario.
El sol está cerca, pensé. Pero no era aquello ni lagartija ni perro-
zompopo.
Anteriormente entre las calizas canteras había huevos de chombas.
Uno los tomaba en la mano, los apretaba apenas, cerraba los ojos.
Aquella reproducción automática del reptil en la mano, en la constelación.
El sol diseñaba con la piel de los frutos secos, pasas y ciruelas, la piel macerada del reptil.
Mi tío contó el otro día que en el centro de rehabilitación había un muchacho que engullía lagartijas vivas. Pero no sólo. Sino también batracios diminutos, gusarapos o guarasapos, como se dice, e insectos.
No pasábamos al orden de los ofidios.
Reptiles que eran prendas.
Pero este caso era el de un rastro, clavado en Dr. Johow, barrido por la velocidad de la mirada.
Ahí estoy, desengañado por el esquivo reptil. Me he detenido pero tengo que seguir mi camino (sin desear que aquí la palabra camino tenga ningún significado alegórico).
(Veo el mundo no sus enigmas, decía P.P.P.)
Así sigo tomando el sol para calentar mi sangre.