Revista Talentos

Esta madre le tocó a mi hija

Publicado el 30 noviembre 2015 por Sylvia
Olvidé dar de cenar a B.
Así de simple: lo olvidé.
La clase de cosas por las que a una mamá que se intoxica deberían quitarle a sus hijos hasta que se recupere, rehabilite o lo que sea.
Yo no me intoxico, pero olvidé darle de cenar.
Cómo pudo pasar, no tiene importancia en esta entrada. A lo que voy es a que:
La gente suele decir que las mujeres a las que se nos nota el amor por la cría, y de un modo u otro elegimos ejercer como mamás, somos buenas madres. Alguien como yo, dirá: "bueno, con no ser muy mala me conformo" y parece que es modestia, aprehensión o culpa por culpa de la cultura que suele exigir superpoderes a las mamás. Pero... si hay quienes son mejores que otros para bailar, para organizar fiestas o dibujar planos, también habrá quienes sean mejores que otras en el maternaje.
A ver... hoy he descubierto un rasguño en la pierna de B, que no tengo idea de cómo pudo llegar ahí. Pero esas cosas pasan. A las mamás más cuidadosas se les cae un bebé de la cama alguna vez. Tal vez no a "las más cuidadosas" -espero que no a mí-, pero sí a "las cuidadosas" a secas. No se puede evitar: se falla de un lado o del otro. ¿Pero olvidar dar de cenar?
Si alguien está muy preocupado al llegar a este párrafo, puede tranquilizarse. La leche sigue siendo el principal alimento de mi niña, y de eso tuvo todo lo que pidió, incluyendo una buena dosis de leche materna, que es la gran cosa. Pero de cualquier manera, queda muy mal olvidar su comida. Es la primera vez que me pasa, pero otras veces he tenido otros olvidos de cosas que había que hacer. ¡Y eso es trabajando desde casa, para dedicarme a ella!
Así que: si hay quienes son mejores que otras para lo del maternaje, habrá quienes sean peores, y creo que yo caigo en ese lado de la curva. Me apena, pero no me siento muy mal porque no se puede ser buena en todo, y yo soy buena para otras cosas; por supuesto, cosas que me importan mucho menos que cuidar a B, pero así estuvo la repartición de talentos. Los padres damos a los hijos de lo que tenemos y de lo que somos, y yo aspiro a que B pueda mamar lo bueno que hay en mí. Entretanto, recuerdo a Matt diciendo que luego de la crianza viene la educación, y que de eso hay mucho más; creo que hasta dijo que era más importante. Me siento con muchos recursos para cuando llegue esa etapa. También le pongo "on" a los comentarios de Macondo, y dejo que su mirada se me instale en el corazón para darme la suficiencia de decir con autoridad, que con todo y todo, soy la mejor madre que podría tener mi hija, porque soy su mamá.
Silvia Parque

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Sylvia 2434 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revista