Una reminiscencia del Dr. Fankenstein para gritar cibernéticamente, como buena directora orgullosa, que:
Mi proyecto más ambicioso en la red, después de proponerme mantener este blog hasta que el mundo deje de ser mundo, cumple un año. Y es que tal día como hoy, pero en 2009, un primer número, tímido entre toda la cantidad de ofertas sobre literatura que abundan en Internet, veía la luz esperando a ver qué tal recibimiento tenía.
No nos ha ido mal, después de todo. Y lo mejor es que seguimos con las mismas ganas de trabajar.
Así que hoy la entrada va dedicada exclusivamente a El alfabeto de Babel, y a mis compañeros Mario y Laura, porque sin ellos no hubiera sido posible.
GRACIAS