SinopsisLeón Poiccard disfruta de unas vacaciones junto a Maribel Salgado en Jamaica. Convertido en escritor, busca inspiración para una nueva novela a través de las redes sociales.
La desaparición de un Boeing 777 Freighter en aguas del Triángulo de las Bermudas hará que las diversas tramas se organicen en forma de una compleja muñeca matrioska que guiará al lector hasta el centro neurálgico del misterio, en una frenética búsqueda de la Atlántida que, como bien sabrán los seguidores de este escritor “canalla” e irreverente, quedará lejos de los estereotipos de la literatura fantástica y la ficción comercial y les confrontará con una realidad aterradora y bien documentada.
AutorGabri Ródenas (España, 1976), es escritor, doctor en filosofía, músico y ex-cineasta.Autor de multitud de libros, capítulos de libro y artículos sobre cine y cultura visual (está considerado uno de los mayores expertos a nivel internacional en la obra del cineasta norteamericano Jim Jarmusch), abandona su carrera académica para dedicarse íntegramente a la escrituraEl búnker de Noé, su primera novela, la cual consiguió situarse en el Top5 de Amazon desde las primeras horas de su publicación.El autor reconoce que intenta combinar elementos "cultos" con otros, la mayor parte, tomados de la cultura popular.Se declara influido por el realismo sucio americano (Raymond Carver, Richard Ford), así como por Cormac McCarthy o autores de bestsellers como Dan Brown, Stieg Larsson, Javier Sierra, Juan Gómez-Jurado o el inevitable Stephen King.Estación Orichalcum es su segunda novela publicada.Biografía facilitada por el autor (gracias desde aquí).
Argumento
León Poiccard se ha convertido en un escritor bestselleriano gracias a la publicación de su novela El búnker de Noé, que lo ha convertido en millonario.Vive con Maribel Salgado, con la que está disfrutando de unas vacaciones en Jamaica.Hizo un concurso en una red social para que le dieran ideas para su próxima novela y la persona que ganó vive precisamente en esa isla. Valdes, que así se llama, es un oceanógrafo fanático de la historia del "Triángulo de las Bermudas".Y cómo no, Poiccard, que parece que atrae los problemas como un imán, se verá envuelto en la búsqueda de la mítica Atlántida, con unos compañeros de lo más variopinto.
- Sobrevolamos el norte de Bimini. Se produjo un momento de silencio. ¿Pueden ver tierra?- volvió a preguntar la voz.- Mantengan la calma y continúen la ruta trazada. El capitán echó otra ojeada a los sistemas de navegación, que seguían sin recuperar la normalidad. -No es posible dirigir el avión ni a través del modo manual- señaló Vincendeau.
- En efecto, finalmente conseguí convertirme en escritor. Y no sólo eso. Lo cierto es que me forré con mi primera novela. El búnker de Noé, firmada por aquel entonces desconocido León Poiccard, se convirtió de inmediato en un éxito internacional; fue traducida a más de cuarenta idioma y, a fecha de hoy, se están ultimando los detalles de su adaptación cinematográfica. Total, que, sin comerlo ni beberlo, he acabado siendo un escritor famoso y multimillonario.
- Detesto a los escritores que no tienen en cuenta a los lectores, que les miran por encima del hombro o que consideran que no son más que meros borregos cuya finalidad se limita a enriquecer económicamente al autor.
Opinión personalEs de sobra conocido por todos, los que me seguís por aquí, por Facebook o por Twitter, que me enamoré del protagonista de esta serie en la primera entrega, El búnker de Noé, porque como escribí cuando hice su correspondiente reseña, me veía reflejada en él como en un espejo (salvo algunas excepciones, porque yo no soy nada egocéntrica ni tampoco chula).Además, ese libro terminó con un cliffhanger y tenía ganas de saber que pasaba con Poiccard y con la "odiosa" de su compañera/amante.También estáis al corriente de que ver en papel los libros de este autor se ha convertido en algo personal, una guerra sin cuartel entre las editoriales y yo (a lo mejor, en breve hago una entrada contando algo sobre una de ellas que os pondrá los pelos como escarpias). Por eso decidí hacer la entrevista y el concurso de microrrelatos (que, pido perdón, os dejó fuera a muchos; la próxima vez será un sorteo al uso), para ir haciendo una campaña anunciando la próxima salida de esta novela.Ya os adelanto que esta obra es buena, me ha gustado, pero no tanto como la precedente. Posiblemente porque tiene menos acción y porque Poiccard se nos ha "suavizado" bastante; también porque ya no hay "encontronazos" entre los dos personajes principales. Pero su argumento es muchísimo mejor que el de la primera y, además, no es que sea creíble, es que pienso que es lo que realmente está sucediendo en este momento.Ya lo dice Gabri en la novela: este libro no es una continuación del anterior, aunque se repitan algunos personajes; y te recomienda que no te leas el primer capítulo (que es donde conocemos el desenlace de El búnker de Noé si aún no lo has leído). Mi consejo: léelos por orden, aunque no tengan nada que ver el uno con el otro.Estación Orichalcum forma parte de la Serie Anonymous, que, por una temporada, quedará cerrada con la publicación de estos dos libros.La portada ha sido realizada de manera artesanal, respetando el estilo de la última de "el búnker", con un aire serie B y pulp, que dice su autor, por Andrex (@DRISMANN), con acabados de Javi Guillén (@zonapassword). Podéis ver el proceso en la web del autor.El título, muy similar al anterior: en el otro aparece la palabra búnker; aquí, estación. Dos palabras que, no sé si a vosotros os pasa lo mismo, pero a mí me dan mucho mucho mucho miedo. El orichalcum u oricalco es un metal mítico que Platón menciona en su obra Critias; para algunos estudiosos es una aleación de plomo, cobre y zinc; para otros es ámbar.Ambientada en Jamaica, la isla de Bimini y Miami, la novela se estructura en prólogo, epílogo y dos partes tituladas (Un Boeing 777 Freighter ha desaparecido y Estación Orichalcum), divididas en 49 capítulos.Escrita en primera persona (Poiccard como narrador/protagonista) y en tercera, con un narrador omnisciente, esta diferencia de puntos de vista enriquecen enormemente el relato, porque tenemos una visión completa del conjunto.Con un estilo sencillo, natural y ágil (lo que no es óbice para que veamos la vasta cultura en diversas materias del autor, desde música a filosofía, pasando por muchas otras), con una prosa y una sintaxis muy correctas, la trama, formada por varias historias, está muy bien trabada, consiguiendo enlazar el autor perfectamente todas y cada una, hasta que terminan confluyendo en un punto único común.El ritmo es ágil, a lo que contribuyen varios recursos narrativos: empleo de frases cortas; inclusión de diálogos en el texto (que además de hacer más rápido el relato, nos permiten conocer a los personajes); cortar algunos capítulos con breves flashforwards, dejándonos con la miel en los labios; haberlo escrito desde varios puntos de vista; el cambio de escenarios y personajes; y algunos giros inesperados, no muchos, pero los suficientes para que, como en la entrada anterior, haya pensado: ¿Otro que me está tomando el pelo? ¿Se ha puesto de moda?.No puedo dejar de comentar el sentido del humor, la ironía y el sarcasmo de los que sigue haciendo gala Poiccard (Admito que siempre he deseado ir en camiseta ligeramente entallada, pero no me quedan tan bien como a ti. Me faltan músculos -el escritor sabía devolverlas bien. Era un experto en jugar a "primer toque"-).Tampoco puedo olvidarme de la gran labor documental que hay detrás de esta novela; aunque sea una obra de ficción, la mayoría de los datos manejados son ciertos, y aunque no aparece la bibliografía, los autores y sus respectivos ensayos aparecen mencionados en ella.Respecto a los personajes, están mejor caracterizados los nuevos (Allen, Valdes, Flanagan, Montero y Jerome García) que Poiccard y Maribel (posiblemente porque el autor ha dado por hecho que ya los conocemos). Eso sí: Poiccard, como ya dije previamente, se ha suavizado mucho: sigue siendo un chulo y un egocéntrico, pero al enamorarse está más sensible; ha dejado de fumar (Gabri, hasta en eso es tu alter ego), pero no ha dejado de beber Campari (menos mal); Maribel no me ha parecido tan "pluscuamperfecta" como en la novela anterior, aunque para mí aquí es un personaje prescindible (y no, no es porque la odie, estoy siendo objetiva).Los espacios y ambientes bien logrados, aunque el autor deja mucho a nuestra imaginación (algo que a mí me gusta, porque las descripciones excesivas, como, por ejemplo, las de APR, me terminan agobiando). La estación me ha provocado la misma claustrofobia que en su momento el búnker; no es necesario describirlo todo milimétricamente para que nos hagamos una composición de lugar.No puedo, ni quiero, dejar de mencionar las críticas que lleva implícitas (y algunas explícitas poniéndolas en boca de sus personajes) al sistema y a la decadencia del mal llamado Primer Mundo.El desenlace imprevisto y, sobre todo, impactante (porque como he mencionado, estoy convencida de que es lo que está ocurriendo realmente).El propio Ródenas nos previene: Como autor, debo mencionarle que, aunque la historia es enteramente ficticia, los datos manejados no. De modo que no puedo garantizarle que, directa o indirectamente, parte de la trama no esté basada, muy a mi pesar, en hechos reales.Lamento anunciarle incuso antes de comenzar a leer que el final le desconcertará un poco, dado que será interpelado de manera directa. Usted tendrá que tomar una decisión importante, que será la que determine el verdadero desenlace de la historia. Espero que no se lo tome a mal y que aprecie esta oportunidad de poder tomar decisiones vitales y de gran importancia tanto para su futuro como para el de las generaciones venideras. Estoy convencido de que sabrá obrar con sabiduría, pero le advierto: su mundo ya no será el mismo desde entonces.
Yo ya he tomado mi decisión. ¿Te atreves a tomar tú la tuya?Termino con un párrafo de la novela que me ha impresionado:
- Todo se olvida con una pasmosa rapidez en nuestro mundo contemporáneo. Es la gran contradicción: cada acto es registrado, documentado, difundido y almacenado de por vida... mas la gente deja de recordarlo pasadas menos de cuarenta y ocho horas. Poco importa si se trata de la captura de un terrorista que puso en jaque a los Estados Unidos durante unos cuantos años, una catástrofe natural en la fallecen cientos de miles de personas, el deterioro medioambiental, el asesinato de una niña, et. Avidez de novedades constantes. Deterioro de la retina. Sociedad del espectáculo. Triunfo definitivo de lo escópico. Quizá deba empezar a fumar de nuevo.
Gracias al autor por haberme regalado el ejemplar, que puedes comprar en este enlace. Pero, sobre todo, por ser como es: un escritor que sigue preocupándose de sus lectores, porque para él somos lo más importante.
Valoración: 8
Leído el 20 de Diciembre de 2.012