Estocolmo
A mi me empiezan a entrar dudas. Desde esta cama veo las flores del jardín, me evocan el día que le comuniqué que me iba y, entonces, me trajo un precioso ramo de rosas. Soy un pajarillo indefenso y tú eres mi cielo, sin ti no soy nada, me dijo con las lágrimas a punto de asomar. Con eso dejaba de cuestionarme otras posibilidades. ¡Es tan dulce y detallista! Vendrá pronto y esta enfermera le pone ojitos. Espero que termine pronto de cambiarme las vendas de las costillas y me traiga un espejo.
Torcuato González Toval
Ilustración: Se la página http://jjaraa.blogspot.com/