Perdida anda la sonrisa
entre las piñatas muertas,
silenciosa la metralla
que entre las resecas hierbas
caza la inocente carne.
Allí los aplausos mueren
en la frontera de arena,
las balas orlan paredes
y son paredes que bailan
al son de los viejos gritos.
De nuevo desolaciónjuega sola al escondite,los chicos echan a suertescoger el balón perdidoentre el humo y los escombros.
De lejos vienen sonandolos estribillos de guerraque marchitan las ventanasy el cielo llora la plataque ya siembra la victoria.