Imagen: Peter Fabian
Investigar en el pasado, es hacerlo en nuestro propio árbol genealógico. La psicogenealogía se fundamenta en que todos los problemas vienen de nuestros antepasados. “Nosotros somos nuestra familia completa, andamos acarreando a nuestros ancestros, tenemos en nuestra espalda su historia, y esa historia está viva y se manifiesta en distintas circunstancias, edades y generaciones”, según dice Gabriela Rodríguez. Es así como podemos entender los nombres que se repiten, las situaciones emocionales que padecemos copiar del pasado, como también, las dificultades laborales y las formas de vida entre otras cosas. Esta es la “trampa” en forma de conflictos que están intentando llamar la atención en la familia, que ocurrieron a alguno de los antepasados y que se están transmitiendo a través de la persona. La familia es el inconsciente, de ahí la importancia del árbol genealógico. Conocerlo es conocer el inconsciente, con sus problemas y bendiciones. Lo que está “escrito” en nuestro árbol, también lo está en nuestro inconsciente, por tanto vamos a repetirlo a menos que lo conozcamos y lo trabajemos. Desde la perspectiva psicogenealógica, queda muy clara la cita de Confuncio.