Al soñarte arañé una nube en los tejaditos de París, sin preguntarme siquiera si soñarías mi mismo sueño.Despierta, giré y giré sola abrazada a esa nube en una etérea danza.De bailar conmigo, dame la mano y déjate llevar, sin música ni arpegios, sólo al compás de ese sueño, falacia de un instante fugaz.
Pero ten cuidado, porque de seguro, te pisaré los pies...