Nadav Kander
La nieve reseca en las peñas anuncia tiempos oscuros. Porque el viento helado agrieta cualquier sendero de la razón. ¿Sabremos huir de este tenebroso laberinto? El roedor jamás comprenderá la lógica de los grandes dinosaurios. Ni debe intentarlo. Quiere la bestia que vivamos en su laberinto y aceptemos su bucle de falacias. No hemos aprendido a huir lo suficiente... Nos falta imaginación para generar otras gramáticas ajenas a los grandes bichos. De sus batallas en la montaña sólo obtendremos pisadas, las pisadas de siempre, las que ha recibido el aturdido roedor desde que el bosque es bosque. ¡Que nadie acepte su lógica! Sabe el filósofo que necesitamos una gramática de la huida. Si nos enredamos en su laberinto todo se oscurecerá y la nieve reseca de las peñas jamás se derretirá.