Ética de roedores: lo real

Publicado el 01 abril 2016 por Cerebros En Toneles

Escher

 Todo transcurre como un día normal, como cada tarde, hasta que uno se da cuenta de que hay novedades, claro. Tenemos una máquina nueva de pinball y un individuo que quiere rellenar la hoja de reclamaciones porque le han cobrado uno setenta por una copa de fino. El universo es misterioso, extraño, complejo. Los físicos y los cosmólogos están a años luz de esta realidad. No necesitamos un acelerador de partículas para comprender la esencia de un mundo como el nuestro, lleno de ramajes y musgos. Nuestra normalidad es digna de estudio. Echo una partida en la máquina, luego otra y otra... Extraño universo de bolas de acero desplazándose entre enrevesados mecanismos, con luces y sonidos embaucadores... Es lo real...  Todo transcurre como un día cualquiera, sí, como esos días en los que el tiempo se diluye o se disuelve. ¿De dónde ha salido ese individuo que rellena la hoja de reclamaciones? ¿Será de este mundo cruel? Sabe el filósofo que estos casos son especiales, ajenos a toda ley, a toda categoría. Ni la metafísica ni la física podrán dar cuenta de estos hechos, quizás la psicología... Echo otra moneda y el mismo resultado. La máquina es cruel, siempre. Sabe el roedor que la máquina es terrible y que acabará con cualquier pensamiento.