Son pecados graves contra el sexto mandamiento todas las acciones -hechas a solas o con otra persona- que tiendan a buscar el placer sexual completo fuera del uso lícito del matrimonio.
También es pecado ponerse voluntariamente, y sin razón que los justifique, a sí mismo o a otros, en peligro próximo de cometerlas.
Por tanto, las acciones directamente venéreas (SIC), es decir, aquellas que por su naturaleza están íntimamente relacionadas con el apetito sexual y tienen por finalidad única estimular o provocar la función generadora, son siempre deshonestas para los no casados.
Los actos indirectamente venéreos Seguir leyendo: es.catholic.net/ (SIC) son lícitos con tal de que se den las circunstancias siguientes: