Eugenio Trías Sagnier nace en
Barcelona el 31 de agosto de 1942. En 1960 comienza los estudios de
Filosofía en la Universidad de Barcelona, prosiguiéndolos después en
las de Navarra (Pamplona), Madrid, Bonn y Colonia. En 1964 presenta su
tesis de licenciatura Alma y Bien según Platón. Desde entonces
ha iniciado un itinerario de creación filosófica sin descanso, muy
sensible a las raíces lingüísticas del pensamiento en lengua española.
En 1965, y hasta 1970, accede al
puesto de profesor ayudante y profesor adjunto de Filosofía en las
Universidades Central y Autónoma de Barcelona.
En 1969 publica su primer
libro, La filosofía y su sombra, obra que es muy bien acogida
por la intelectualidad del momento. A partir de ahí, la fecundidad de
Trías no ha conocido descanso. En el espíritu de esta obra juvenil,
cabe situar también Filosofía y carnaval (1970), Metodología del pensamiento mágico (1971) y La dispersión (1971, 3 ediciones), Drama e identidad (1973, 3 ediciones).
El curso académico 1972-1973 lo vive entre Brasil y Argentina,
en cuya capital, Buenos Aires, imparte diversos cursos y conferencias.
En 1976 accede al puesto
de profesor de Estética y Composición en la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Barcelona, donde obtiene la categoría de catedrático
en 1986. En dicha facultad permanecerá hasta 1992, año en que es
nombrado profesor de Filosofía en la Facultad de Humanidades de la
Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Actualmente es catedrático de
Filosofía de dicha Universidad. Durante el curso 1995-1996 dirige el
Institut de Cultura, adscrito a la misma Universidad.
Ha obtenido numerosos galardones y
reconocimientos honoríficos a su labor creadora, entre los que
destacaremos sólo unos cuantos: en 1974, con ocasión de la publicación
de su libro Drama e identidad, recibe el «Premio Nueva Crítica»; en 1975, el «Premio Anagrama de Ensayo», por El artista y la ciudad; en 1983, el «Premio Nacional de Ensayo», por Lo bello y lo siniestro; en 1995, el premio «Ciutat de Barcelona», por La edad del espíritu;
y en el mismo año, el XIII Premio Internacional Friedrich Nietzsche,
por su labor filosófica; este galardón (que se ha otorgado a figuras
como Popper, Rorty o Derrida) viene a ser, en su ausencia, un
equivalente al Nobel de Filosofía debido al hecho de que constituye el
único premio internacional que se concede a un pensador en
reconocimiento al conjunto de su trayectoria. Eugenio Trías es el único
filósofo en lengua española que, hasta la fecha, ha recibido este
premio.
En junio del 2000, la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (República Dominicana) le concede
el título Doctor Honoris Causa. En el año 2003, en diciembre, recibe
el título Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Marcos de
Lima; y en 2006, por la Universidad Autónoma de Madrid junto a
Saramago. En enero del año 2004 recibe la Medalla de Oro del Círculo de
Bellas Artes de Madrid.
Ha sido
vicepresidente del Patronato del Museo Nacional-Centro de Arte «Reina
Sofía» (Madrid) y presidente del Consejo Asesor del Instituto de
Filosofía del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España
(CSIC). El año 1997 le conceden la Medalla de la Ciudad Buenos Aires
con ocasión de una estancia en esa ciudad (en la que desarrolla
diversas intervenciones públicas).
En el 2007 su monumental El canto de las sirenas
recibe dos reconocimientos como el mejor libro de ensayo del año: el
Premio Terenci Moix y el premio Qwerty. En 2009 recibe el premio
periodístico Mariano de Cavia, por el artículo publicado por ABC en
2008 bajo el título El gran viaje.
Además de sus numerosas
publicaciones cabe destacar su presencia en la prensa a través de
artículos de opinión en los principales periódicos españoles (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia,
etc.), así como su actividad como conferenciante o como director de
programas de conferencias en toda la geografía española; asimismo, ha
realizado cursos y cursillos de diferentes tipos y extensiones. Ha
desarrollado también una amplia actividad a través de cursos y
conferencias por Europa y América. Muchos textos suyos han sido
traducidos a diversos idiomas (alemán, francés, italiano, inglés, sueco,
portugués, esloveno, etc).
Asimismo, ha dirigido múltiples
tesis doctorales. Fue durante seis años director del Departamento de
Estética y Composición de la ETSAB y director del programa de curso de
doctorado del Instituto Universitario de Cultura de la UPF, así como
del Máster de Humanidades de la UPF. Se han efectuado ya varias tesis
doctorales sobre su obra, tanto en España como en el extranjero.
Su concepción de la filosofía es
unitaria y enciclopédica, ya que ha desplegado sus principales ideas
en campos tan distintos como la ética, la reflexión cívico-política, la
estética, la filosofía de la religión, la reflexión
histórico-filosófica, la teoría del conocimiento y la ontología. Puede
decirse que ha abordado prácticamente todos los campos por donde la
filosofía puede desplegarse. Pero sus ámbitos preferenciales han sido,
sobre todo, la filosofía del arte y la estética, por una parte; y, la
filosofía de la religión. Si bien, ha intentado siempre que todo ello
derivara de una concepción propia y personal de la filosofía, de
orientación ontológica, que suele ser identificada y reconocida como
«filosofía del límite» (sobre todo en su producción escrita y en su
desarrollo docente a partir de mediados de los años ochenta).
Muchos de sus libros se han
convertido ya en referencias ineludibles de la filosofía española de
los últimos treinta años. Obras suyas como Tratado de la pasión, Lo bello y lo siniestro, Los límites del mundo o La edad del espíritu
se han constituido ya en obras clásicas del pensamiento filosófico de
estos años. Su obra (de caracteres enciclopédicos) está considerada por
la crítica (a modo de ejemplo, el diario ABC en su número del 27 de
agosto de 2002) como uno de los hitos filosóficos más relevantes del
pensamiento español del siglo XX. Se ha ponderado por la crítica la
relevancia que en su obra adquiere su escritura, su peculiar estilo (en
el que el pensamiento filosófico se manifiesta portador de antenas
poéticas de innegable valencia literaria). Su obra constituye, además
de una muy relevante aportación al acervo filosófico español, un amplio
despliegue textual y de escritura que va a quedar como uno de los más
sólidos ejercicios de su generación en el terreno de la literatura
filosófica, o de la escritura que se orienta hacia el conocimiento.
Tiene publicados más de treinta libros, entre los que cabe destacar La filosofía y su sombra (1969, tres ediciones), Filosofía y carnaval (1970, 3 ediciones), Teoría de las ideologías (1970, 3 ediciones), Metodología del pensamiento mágico (1971), Drama e identidad (1973, 3 ediciones), El artista y la ciudad (1975, 3 ediciones), Meditación sobre el poder (1976, 2 ediciones), La memoria perdida de las cosas (1977, 2 ediciones), Tratado de la pasión (1978, 4 ediciones en España; 1 en México), El lenguaje del perdón. Un ensayo sobre Hegel (1979), Lo bello y lo siniestro (1981, 5 ediciones), Filosofía del futuro (1984, 2 ediciones), Los límites del mundo (1985, 2 ediciones), La aventura filosófica (1987), Lógica del límite (1991), El cansancio de occidente (1992, 4 ediciones), La edad del espíritu (1994, 3 ediciones), Pensar la religión (1997, 2 ediciones), Vértigo y pasión (1998, 2 ediciones), La razón fronteriza (1999), Ciudad sobre ciudad (2001), El árbol de la vida (2003), , El hilo de la verdad (2004), La política y su sombra (2005) y El canto de las sirenas (2007
).
Su primer libro, La filosofía y su sombra,
publicado en 1969, fue saludado por la crítica como un verdadero
acontecimiento en el panorama filosófico español. Se le consideró «la
filosofía de una nueva generación» (Josep María Carandell) que daba
expresión a formas de pensar propias de finales de los años sesenta (fue
publicado un año después del Mayo del 68). Ya en el título de este
libro está inscrita la orientación más característica de este filósofo:
el diálogo constante que abre entre la razón y sus sombras. Frente a
un racionalismo de estrechas miras, como el que era característico esos
años entre positivistas lógicos, filósofos analíticos o marxistas,
Trías, que jamás se ha sido un filósofo «irracionalista», propone abrir
la razón a aquellos espacios que le resisten, pero que en cierto modo
pueden fecundarla. Así, por ejemplo, la sinrazón, o la locura (en su
libro Filosofía y carnaval); o el pensamiento mítico y mágico (en su libro Metodología del pensamiento mágico); o bien, con relación a las éticas racionalistas, el dominio pasional, y en particular el amor-pasión (en su libro Tratado de la Pasión); o lo siniestro (en su libro Lo bello y lo siniestro)
como sombra de las categorías de lo bello y lo sublime, que fundan las
estéticas tradicionales; o aun, en los últimos años, el mundo de las
religiones como sombra de la razón occidental moderna (así, en La edad del espíritu).
Eugenio Trías se define, en este
sentido, como un «exorcista ilustrado» que somete a la razón
filosófica a un permanente diálogo con sus sombras. Pero el aspecto más
relevante de la filosofía de Trías tiene lugar a partir de comienzos
de los años ochenta, cuando descubre el concepto angular que a partir
de entonces orientará toda su reflexión. Tal concepto es el concepto de
límite. En el límite entre la razón y sus sombras halla Trías el
ámbito de exploración de una filosofía que, desde entonces, puede
denominarse filosofía del límite (sobre todo a partir de su libro Los límites del mundo).
El concepto de límite lo determina Trías en diálogo con la tradición
kantiana y, dentro de los filósofos contemporáneos, con Wittgenstein y,
en parte, también con Heidegger. De hecho toda su obra es, a partir de
entonces, una amplia y desarrollada «exégesis» de la frase de
Wittgenstein «el sujeto es un límite del mundo». Trías propone, a este
respecto, una antropología en la que se concibe al hombre como habitante
de la frontera, como fronterizo; el hombre se halla siempre referido a
ese límite que tiene, para Trías, clara significación ontológica. En
sus últimos libros acuña, a este respecto, la expresión ser del límite.
A partir de su libro Lógica del límite va estableciendo la naturaleza de la razón que a ese ser del límite corresponde. En esa obra y en La edad del espíritu
habla de un lógos simbólico, cuya naturaleza y despliegue categorial
elabora en este último libro citado; así mismo prepara una reflexión
sobre el concepto de razón que correspondería a esta filosofía del límite, y a la que llama La razón fronteriza.
En su obra se despliega un
amplísimo arsenal de referencias y reflexiones en el que circulan todas
las artes (desde la arquitectura a la música, de la literatura al
cine, de la escultura a la pintura); también toda suerte de referencias
religioso-espirituales (de lo que dan prueba sus libros consagrados a
la filosofía de la religión, como La edad del espíritu y Pensar la religión);
así como de reflexiones histórico-filosóficas (donde sobre todo
destacan sus grandes maestros históricos, que son Platón, Hegel y
Nietzsche, sin dejar de referirse también a Kant, a Wittgenstein o a
Heidegger).
Destaca en general un impulso
abiertamente crítico con las tendencias nihilistas actualmente vigentes
y un intento de hallar, a través de su filosofía del límite, un modo de ofrecer una alternativa a ese nihilismo tendencial, abriendo así nuevos cauces a la filosofía del futuro.
Su libro más ambicioso es, sin duda, La edad del espíritu,
en el cual determina el ser del límite, y la razón simbólica que le
corresponde, a través de siete categorías; mediante éstas explora los
distintos modos de aproximarse al hecho religioso (o al ámbito de lo
sagrado), ordenando esos modos en distintas épocas históricas
entrelazadas.
En Ciudad sobre ciudad
(2001) ha llevado a cabo una síntesis de su filosofía del límite. Ésta
se define como una topología que puede formalizarse como un triángulo
compuesto por tres vértices: el ser del límite, una razón concebida
como razón fronteriza y un lógos simbólico. Ese triángulo, proyectado
sobre la ciudad ideal del pensar, o ciudadela fronteriza del límite,
genera cuatro barrios (que son cuatro juegos lingüísticos distintos):
la religión (en la que se aborda el acontecimiento simbólico), el arte
(lo que por arte se entiende en la modernidad, pero recreado por el
concepto de límite), la ontología (o propuesta de una razón fronteriza
con su sistema categorial) y la ética (la dimensión práctica de la
razón fronteriza).
En 2003 publica un libro de memorias titulado El árbol de la vida
(Editorial Destino), en el que Trías relata su trayectoria vital y
vocacional hasta cumplir treinta y tres años. El texto cubre, pues,
hasta el año 1975, un año antes del inicio de la transición democrática
española. El libro ha sido construido como si se tratara de una novela
educativa, lo que le confiere una singularidad muy especial dentro del
complejo género de las memorias, las autobiografías y las confesiones.
En el libro se alterna el relato de la propia vida con el surgimiento
de la vocación filosófica, y con la emergencia, a veces a través de
sueños y pesadillas, de las propias ideas del autor, o de las más
significativas de su propuesta de una filosofía del límite. De hecho la
obra cuestiona en profundidad el género mismo de memorias al asignar
tanto valor documental a sueños y reflexiones íntimas como a supuestos
hechos externos. El libro ha tenido importante repercusión en un
público bastante amplio, generando debate y discusión sobre el género
que su autor, en esta singular obra, revisa sustancialmente.
En el año 2004 publica El hilo de la verdad,
que es una síntesis de toda su filosofía, en la que concibe su trama
de categorías en referencia a un concepto de espacio y de tiempo
inspirado en su filosofía del límite. Así mismo alterna la parte
constructiva y sistemática con la recreación interpretativa (de textos
filosóficos y de obras de arte).
En el año 2005 publica La política y su sombra, su esperada
incursión en el ámbito de la filosofía política desde los supuestos y
planteamientos propios de su filosofía del límite.
Y en 2007 aparece su monumental incursión en la filosofía de la música, El canto de las sirenas. Argumentos musicales,
que tuvo desde el inicio de su publicación una acogida
extraordinariamente entusiasta por los medios de comunicación
culturales así como el público, habiéndose convertido, sus diversas
ediciones y reimpresiones, en un bestseller dentro de su género.
En 2009 aglutina la columna
vertebral de su pensamiento con la publicación anotada de dos volúmenes
de sus obras escogidas, editadas cuidadosamente por Galaxia-Guttenberg.
En 2010 publica la 2ª pieza de su filosofía musical, en 700 páginas,
bajo el título de La imaginación sonora, que obtiene un reconocimiento,
por público y crítica, no menor que el anterior.
A partir del año 2003 ha
empezado a publicarse libros sobre su obra: una tesis doctoral,
publicada en la editorial Noesis, titulada Variaciones sobre el límite,
de José Manuel Martínez Pulet; un libro colectivo dirigido por Andrés
Sánchez Pascual y Juan Antonio Rodríguez Tous, en el que colaboran doce
escritores, titulado El límite, el símbolo y las sombras; una monografía de Fernando Pérez-Borbujo intitulada La otra orilla de la belleza (Herder); un reading colegiado titulado La filosofía del límite. Debate con Eugenio Trías, coordinado por Jacobo Muñoz y Francisco José Martín; y un amplio estudio, Razón y revelación
(ElCobre Ediciones), sobre la filosofía de Trías desde la óptica de su
vertiente metafísica (ontología y filosofía de la religión) escrito por
Arash Arjomandi.
Fuente: http://eugeniotrias.com/
http://www.filosofiaymas.com