Los padrinos acercaron sus velas con una mueca divertida de asombro. Me miraban a mí y luego al niño. El parecido era asombroso. Alguien carraspeó. Tan solo el emocionado padre parecía ajeno ante tamañas evidencias.
Los padrinos acercaron sus velas con una mueca divertida de asombro. Me miraban a mí y luego al niño. El parecido era asombroso. Alguien carraspeó. Tan solo el emocionado padre parecía ajeno ante tamañas evidencias.