Evidencias

Publicado el 26 noviembre 2014 por Olgasierra @mimododever

En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica… Recuerdo el día del bautizo de Juanito. Yo tenía la mano dentro de la pila de cristianar, comprobando la temperatura del agua, cuando la madre sumergió al pequeño y nuestras pieles se tocaron. Al instante, sentí un estremecimiento y creo que ella también. Sus ojos eran mis ojos, sus cejas, mis cejas y su nariz la misma que heredé de mi abuelo. 
Los padrinos acercaron sus velas con una mueca divertida de asombro. Me miraban a mí y luego al niño. El parecido era asombroso. Alguien carraspeó. Tan solo el emocionado padre parecía ajeno ante tamañas evidencias.