Desde que su mundo se limita a una pantalla iPhone de 6.1 pulgadas, aprecio un cambio significativo en la fisonomía y los hábitos de vida de mis vecinos, la insigne familia Pérez. ¿Seré acaso el único en notarlo?
Desde que su mundo se limita a una pantalla iPhone de 6.1 pulgadas, aprecio un cambio significativo en la fisonomía y los hábitos de vida de mis vecinos, la insigne familia Pérez. ¿Seré acaso el único en notarlo?