«La Ley del silencio» con Marlon Brando.
Siempre han existido motivos para que los humanos luchemos por la libertad: la política, el trabajo, la salud, la religión, los derechos humanos; son muchos los campos en los que se puede mejorar y seguir avanzando. Hasta aquí, todos de acuerdo.
Sin embargo, después de semanas y semanas escuchando hablar de la libertad de los trabajadores (incluidos los inmigrantes, que nadie lo olvide) a ir a la huelga, me gustaría que esa libertad y derecho incluyese a los trabajadores que quieran trabajar y no hacer huelga el día 29.
Si esto lo estuviese leyendo alguno de los integrantes de un sindicato nos respondería diciendo que siempre ha habido ese derecho y esa libertad. Cierto, existir sí, poder ejercitarlo no. Y me estoy refiriendo a los ‘piquetes informativos’ —que tienen tanto de informativos como los shows televisivos.
¿Ha habido alguna vez una huelga donde los sindicatos mantuvieran a sus respectivos «informadores» controlados para que no impidiesen a ningún trabajador ir a su empleo sin problema? NO
Primero porque los sindicatos siempre han respondido, y el día 30 seguirán con la misma canción, que no son piquetes suyos; y segundo, porque si eso fuera así, tampoco han hecho nunca nada para evitar esas intrusiones.
¿Cuántos padres no llevarán a sus hijos al colegio por si hay problemas con los piquetes? ¿Cuántos comerciantes cerrarán sus puertas ante el temor de que sus establecimientos sean atacados por dichos «informadores»? ¿Cuántos trabajadores irán a su empresa y se encontrarán con que no les dejan acceder los piquetes?
Y no estoy diciendo si hay motivos justificados para ir a la huelga, que los hay; no, estoy diciendo que soy una persona libre para poder decidir si quiero ir a la huelga el miércoles o ir a mi puesto de trabajo y exijo mi libertad sin que nadie me quiera obligar o coaccionar para no ejercitarla.
Espero que llegue un día en el que los trabajdores hagan huelga porque así lo han decidido ejercitando su derecho y haciendo uso de su libertad, no por imposición, coacción o miedo.