MAESTRO Y DISCÍPULO: CONVERSACIONES ENTRE ALFREDO RODRÍGUEZ Y JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ.
Que un joven poeta muestre su admiración hacia quien considera su maestro no parece resultar nada extraño. Si además ese joven poeta es capaz de entrevistar sagazmente a su maestro y sabe extraer de la experiencia y oficio de este último toda la enjundia de que son capaces tanto el aprendiz con sus preguntas como el maestro con sus respuestas, eso parece ya tarea más que loable. Algo de todo ello creo que hay en el volumen de Alfredo Rodríguez (Pamplona, 1969), quien en Exiliado en el Arte. Conversaciones en París con José María Álvarez provoca en el poeta murciano, vinculado a la generación de los Novísimos, una suerte de desvelamiento de muchas de las claves que encierra no sólo la obra poética del autor de Museo de cera, título que contiene la mayor parte del devenir poético del cartagenero; sino también su vida y su pensamiento en relación con la cultura, el arte, la belleza, la política, las ciudades de su vida, la literatura, etc.En el libro, Alfredo Rodríguez se muestra como el perfecto conocedor que es de la poesía de José María Álvarez (Cartagena, Murcia, 1942), aunque ello no signifique que no explicite repetidamente su devoción por la obra, el pensamiento y la persona de quien se considera discípulo. Y lo hace con sana franqueza y hasta con cierta ingenuidad en ocasiones, lo cual dota de autenticidad a sus preguntas, las cuales son respondidas siempre con larga sabiduría e inteligencia no exenta de ironía. Las cuestiones muestran, por parte del entrevistador, un vasto conocimiento de la obra del poeta de Cartagena, como ya apunté, y en la mayor parte de las ocasiones son certeras en su alcance; si bien el entrevistador se permite espacios para aliviar la carga conceptual que puedan tener las repuestas en algunos casos.Sea como fuere, el libro se lee con amenidad y ligereza y ni que decir tiene que resulta altamente ilustrativo para quien desee acercarse tanto a la vida, como a la obra o el pensamiento del poeta murciano, quien ha elegido la ciudad de París como residencia en una suerte de exilio desde el que se conduce a otras ciudades como Venecia, Alejandría o San Petesburgo en busca de la aristocracia de la belleza y el arte. El poeta navarro deja ver la fascinación que le causan tanto la obra como la persona de José María Álvarez, una fascinación que resulta bien justificada y razonada en el libro. Algo de refinamiento o de dandismo, de liberalidad y aristocracia se deja ver por entre las respuestas del maestro, sagaz y atrayente en unos argumentos no exentos de originalidad.
Formalmente dividido en cinco apartados más un preludio titulado "El hombre exiliado en el arte", que va firmado por el autor a manera de justificación, tanto del título del libro como de la obra en sí misma, en él se nos muestra a una personalidad libre de nuestra poesía actual, viajero y lector empedernido, amable con sus amigos, culto, elegante, curioso e impredecible en su conducta. Las entrevistas que acoge el presente volumen tuvieron lugar en París durante el mes de enero de 2009 y se conciben como una continuación necesaria de su anterior libro de entrevistas, publicado con el título de Al otro lado del espejo (Conversaciones ordenadas por Csaba Csuday).
José Antonio Sáez Fernández
Del blog LA MIRADA AUSENTE
21 de Julio de 2014
Alfredo Rodríguez: Exiliado en el Arte. Conversaciones en París con José María Álvarez, Sevilla, Renacimiento (Col. Los Cuatro Vientos, núm. 73), 2013, 260 pp.