Experiencias paranormales

Publicado el 07 mayo 2011 por Iosuna86
Hoy me han dado ganas de compartir con vosotros las experiencias paranormales más impactantes que he tenido en mi vida. De pequeño tenía una capacidad sensorial especial que estoy perdiendo con el tiempo. Recuerdo la capacidad que tenía para acertar con segundos de antelación si alguien iba a venir a mi habitación e incluso quién era quien venía. Incluso cuando estaba con los auriculares en mi cama escuchando música. 
Pero esa y otras capacidades se me han ido con el tiempo. No sé por qué será, porque las echo de menos. Pero en este post quiero hablar de experiencias paranormales, no de capacidades sensoriales. Aquí empiezo, en orden cronológico.
La primera de todas sucedió en mi casa, cuando vivía con mi madre en Alhaurín de la Torre (Málaga). Yo tendría 6 años por aquel entonces. No recuerdo muy bien el día. Simplemente el momento. Estaba atardeciendo y llegué de la calle con la bicicleta. Nada más entrar en casa había unas escaleras que llevaban al segundo piso, donde estaban las habitaciones. Y lo que hice fue eso, empezar a subir esas escaleras, pues tenía que ir a mi habitación (ya no recuerdo por qué). Las escaleras tenían varios escalones, luego un descanso y luego tres escalones más hacia la derecha para llegar al pasillo de las habitaciones. Lo que vi en ese descanso no lo voy a olvidar en mi vida. Puede que sea el recuerdo más claro que tengo y han pasado ya 19 años de aquello. A veces hasta me planteo si fue un sueño... Pero no, fue la cruda realidad.
Estaba subiendo las escaleras, llegué a ese descansillo y giré mi cuerpo a la derecha para comenzar a subir los últimos peldaños. Pero me quedé inmóvil. Justo en el pasillo, a unos dos metros escasos de donde me encontraba, había una señora mayor completamente desconocida. Una señora mayor delgada, de unos 60 años, con ropa de principios de siglo XX (en aquel momento esto era lo de menos). Lo que me desencajó fue la cara. Sus ojos eran totalmente negros. No había blanco en sus ojos. Eran negros y lacrimosos. Era un negro brillante. El gesto de la cara, como una piedra, como una roca. Lo poco que expresaba era desesperación. La mujer tenía un aspecto físico parecido a la actriz Angela Lansbury, que protagonizaba la serie "Se ha escrito un crimen". Desde aquel entonces, nunca he podido ver una serie o una película de esta señora. Se me pone mal el cuerpo. La vestimenta de la señora era una blusa blanca, antigua con un broche en el cuello. Tenía una falda oscura, hasta los pies. Pero todo eso lo tengo borroso en la memoria. Lo que no se me olvidará será su cara y la imagen que vi. ¿Quién sería esa señora? ¿Era una señora que sólo yo podía ver? ¿Y si hubiera subido con mi madre? ¿La habríamos visto los dos? Esta experiencia no se me olvidará jamás.
La segunda experiencia es bastante cercana a la anterior. También vivía en Alhaurín, en la misma casa. Tendría los mismos años. Era el día de mi cumpleaños y era de noche. Estaba con mis amigos fuera de casa, encima de un coche. Estábamos hablando. De repente, en el cielo, vi pasar tres bolas de fuego enormes de izquierda a derecha. Fue un instante. Fue un visto y no visto. No llegó a los tres o cuatro segundos. Mis amigos estaban hablando de algo. Yo fui el único que lo vi, el único que estaba mirando al cielo en ese momento. Eran 3 bolas de fuego, una de ellas enorme. Al pincipio pensé que era un meteorito. Estuve días atento a escuchar algo por los vecinos. Esperaba que mi madre se enterase de algo que hubiera impactado la tierra, pero nada. Otra vez yo, viendo algo paranormal. Hace poco, investigando, me encontré con una persona cuya abuela había visto algo parecido en su infancia aquí en el País Vasco. Y por internet he encontrado testimonios de gente viendo tres o cuatro bolas de fuego en el cielo. La diferencia está en que todos los testimonios que he leído versan sobre unas bolas que van variando de posición en el cielo, que bailan en él, sin dirección fija. Lo que vi yo tenía dirección fija. Parecía un proyectil. Y lo que vi no era luz, eran rocas con fuego dejando una estela de fuego por donde pasaban.
La tercera y última ha sido muy reciente. Son dos experiencias en una. Dentro de poco hace un año que mi pareja, mis dos perros y yo nos vinimos a vivir a Barakaldo de San Francisco. Llevábamos uno o dos meses aquí cuando una noche escuché algo bastante especial. Fueron dos noches, no consecutivas. Estaba durmiendo tranquilamente cuando de repente, me despierto sin motivo aparente. Me despierto totalmente desvelado, sin sueño. Eran menos de las cuatro de la mañana y llevaba una o dos horas durmiendo. En unos pocos segundos, empiezo a escuchar un llanto de una señora. Un llanto muy claro. Como si estuviera en la habitación. Unos días antes, mi novia me había dicho que había escuchado llorar a la niña pequeña del piso de arriba. Pero esto no era una niña. La levanté del susto y le dije que escuchara... pero ya no se oía nada. El llanto duró unos cinco segundos. Era un llanto de desesperación. Un llanto silencioso. De una persona que no quiere llamar la atención. Lo peor vino después. Al día siguiente nos enteramos que la pared contra la que dormimos da a una casa cuyos inquilinos murieron hace bastantes años. La casa lleva deshabitada desde entonces. Las persianas están echadas, llenas de polvo... Y el sonido venía precisamente de esa pared. Lo escuché principalmente con mi oído izquierdo, el que da a esa casa. Con el susto en el cuerpo, esos días dormimos a duras penas.
Pocos días después me ocurre algo parecido. Me despierto súbitamente antes de las cuatro. Sin sueño. Y me empiezo a asustar. Me sentí en aquel momento como una persona que va a ser testigo de algo inexplicable en cualquier momento. Y llegó. Escuché, durante esos mismos cinco segundos a esa misma mujer tararear, como susurrando, una especie de nana. La claridad con la que lo escuché me decía que la voz venía desde nuestra propia habitación o justo de esa misma pared tan sospechosa. Para dejarlo claro, cuando la niña de arriba llora, a parte de llorar como una niña y no como una mujer adulta, se nota que el berrinche está entrecortado por el techo y apenas se escucha bien. Tiene que gritar mucho para que nos enteremos bien de que está llorando. El caso es que algo pasó. Algo había. Y esos días fueron muy tensos. Nuestros perros estaban alterados. Uno de ellos, Tai, incluso llegó a ladrar a esa pared una de las noches siguientes. Y nos sentimos como que había alguien con nosotros. Hasta llegué a ver esa misma noche una especie de haz de luz en forma de serpiente meterse en una de las habitaciones de la casa. Pero eso fue todo. Se acabó ahí. No hemos vuelto a tener experiencias paranormales desde entonces. Fueron un par de semanas extrañas. Pero ya pasaron. Menos mal, porque era desesperante.
He notado presencias, me he sentido acompañado en momentos de soledad física absoluta, he llegado a ver haces de luz que surgen de la nada... pero lo más impactante es lo que he comentado. La primera experiencia, la más especial. Iba a decir "la experiencia inolvidable", pero creo que no podré olvidar ninguna de ellas.
¿Y vosotros? ¿Habéis tenido experiencias paranormales? ¿Conocéis alguna historia interesante?