Experimento Grabadora | Conclusiones

El experimento de la grabadora ha tenido unos resultados interesantes. Lo cual viene a querer decir que no ha salido como esperaba. ¿Grabar un post mientras ando? Pues mirad no me sale bien. Creo que tiene que ver con mi forma de trabajar. Cuando escribo uso frecuentes pausas para revisar lo hecho y buscar inspiración para lo que voy a hacer. He de reconocerme fascinado por la capacidad que tienen los locutores de radio para hablar en un flujo contínuo de información por tiempo y tiempo. A mí eso no me va.

¿Un completo fracaso?

No. El borrador de este mismo artículo fue grabado en mi móvil. Y tardé minutos en hacerlo, no horas. Creo que he descubierto en la grabadora una excelente herramienta para capturar mis pensamientos y esbozar artículos. El hecho de que esté integrada en el teléfono celular facilita tenerla siempre a mano y resulta más cómoda que escribir en el aparato.

En cuanto a la ficción exactamente lo mismo. Me parece estupenda para anotar las líneas fundamentales de la narración que después desarrollaré por escrito. ¿Pero grabar la novela directamente? No me funciona.

Problemas con el experimento

Quiero añadir que las conclusiones de este pequeño experimento pueden derivarse de mi poca familiaridad con estos medios. Todo cambio genera un pequeño miedo, y el miedo nos hace ser menos creativos. Dentro de unos meses, cuando se me haga más normal grabar borradores y capturar en voz mis pensamientos, quizás repita el experimento y quizás salga bien.

¿Y lo de andar más?

Bueno, sorprendentemente ese ha sido mi mayor triunfo en este experimento grabadora. Aunque no he hecho ejercicio mientras grababa — salvo andar — he aumentado intensidad, frecuencia y duración de mis ejercicios. Creo que el “experimento grabadora” llegó en el momento justo de servirme de acicate y me siento feliz de haberlo aprovechado.

Me permito por tanto finalizar con un consejo. Si quieres hacer más ejercicio, sencillamente, haz más ejercicio. Empieza con algo muy fácil como andar por tu casa o correr delante del ordenador, aunque sea un minuto al día. Luego aumenta poco a poco. Por lo demás no creo saludable dejarse llevar por el último estudio médico que se ha puesto de moda y las reacciones —a menudo exageradas— de los gurús de internet. Y ante las dudas, médico o nutricionista, que para algo han estudiado.

Todo Sabia Vida

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