La araña tejía.
Revista Talentos
El rodar de la rueca resonaba en el aire arrastrando silencios imposibles. El monótono ruido renacía incesantemente. No había princesas en su imaginación. Sin embargo, las lagartijas entraban y salían por las rendijas de su mente. La mariposa echó a volar. Cerró los ojos. Solo quería descansar.
La araña tejía.
La araña tejía.