© Yan Sarkisyan
Extraño eso que queda
Cuando venís de la guerra
-O de otra vida ahí fuera-
Y te rendís con los pies desnudos
Al primer beso que nos encuentra.
Dejás tu nombre mudo sobre la silla
Y el resto del día se va descascarando
Sobre el suelo tibio.
Te presentás desnudo y silencioso;
Mientras yo, haciendo menos ruido
Dejo caer los temores
Y cierro cualquier otro sentido
Que pueda llevarme lejos
Del momento en el que somos nosotros.
Otro día me preguntaré
Qué música sonaba de fondo,
Qué llevabas puesto,
El color de las paredes,
O el aroma de las sábanas;
Y con gusto no sabré las respuestas.
Deseo eso que queda
En la piel que responde
Al juego ciego
De quienes no quieren saber
Qué corno pasa ahí fuera.
El miedo se esconde por un rato
Debajo de la cama
Y casi se duerme
Al quedarse espiando el reposo
De los cuerpos sin alas.
Patricia Lohin
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