Revista Literatura
Cómo ha pasado vertiginoso el tiempo,
Con tanta melancolía y sin compasión,
Recordando aquel deplorable momento,
De la inevitable y apenada separación.
Han sido incontables horas de aflicción,
Con la esperanza siempre de olvidar
Que todavía así vives en mi corazón,
Cual una espina que hiere al caminar.
El tiempo sigue en su fugaz carrera,
Tus recuerdos no se apartan de mí,
Cómo pudiste viajar de tal manera,
Si bien sabes que me muero por ti.
Cuántas ilusiones se han marchitado,
En medio de esta confusa obscuridad,
No me arrepiento el haberte amado,
Pero extraño intensamente tu amistad.
Mi voluntad se quedo muy destrozada,
Y sueño aún, que volverás a mi vera,
Si mi balada no te dice nada de nada,
Iré sin rumbo fijo por cualquier acera.