Tanto para decir, tanto para soñar,
golpes en la espalda,
débil cuerpo, gelatinosa carne,
ropas rojas y tu marca,
un alma que se debate,
el llanto delata la lucha,
el llanto lo dice,
ha elegido el sufrimiento
en lugar de un rápido deceso.
Ya entenderás los números,
las estaciones,
y las torturas de los sueños,
de como se marchitan las hojas
para dar espacio a otras en su lugar.
El sin sentido de las palabras,
las inútiles condolencias
y el inevitable fastidio de la mañana.
Cerrar los ojos no invocan a la bella noche,
el tropiezo dejara tu debilidad al descubierto,
paciente, pero intolerante al paso de la luz,
detrás de mares de estupideces
descubrirás algo de verdad,
y en el descanso de las escaleras,
apoyado, agotado,
sabrás que te entregas,
asimilar golpea duro,
asumirlo
quizá sea tu tarea final.
E.I.
http://poesiasoscuras.blogspot.com.ar
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