Amanezco con Hölderlin. Él me acerca a Leopardi. Abandono a Juan Ramón en la estantería verde. La poesía es la pura manifestación de la sabiduría, y la sabiduría no es siempre belleza.
He bajado al infierno en tres ocasiones. La primera al colocar el anillo en el dedo anular, tuve que retirarlo de inmediato y trasladarlo al corazón, al centro de la esencia, a la verdad de la tierra.
Hospitio prohibemur harenae; / bella cient, primaque vetant consistere terra. Ya lo dijo Virgilio.