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Familia: distancia y problema

Publicado el 06 diciembre 2009 por Mundodimasiado
Se acercan las Navidades y los problemas se empiezan: ¿En dónde el/la hijo/a va a quedarse en las fiestas?: ¿En la casa del padre o de la madre? Esto es algo que se repite a todo el año, aún así es muy difícil, porque las dos partes quieren a su hijo/a junto a ellas, sin embargo ni siempre es posible, ya que el padre y la madre no están más juntos. Por causa de eso se crea un sentimiento de egoísmo, pues todos quieren a su presencia en las fechas especiales: cumpleaños, Pascua, día de los niños, Navidad, Año Nuevo etc., y no se piensa que el otro también lo necesita, pues existen más que sencillos lazos de sangre, pero de corazón.
¿Cómo solucionar esto?: No se puede garantizar si es o no la mejor salida, pero se podría hacer un acuerdo en que a cada año, el niño/a pudiese estar en la casa de una de las partes, por ejemplo, esta Navidad con la madre o con el padre, y en la próxima, con la otra. O también si así lo prefieren, esta fecha con una de las partes y el Año Nuevo con la otra, y en año siguiente se hace el contrario, porque de esta manera todos podrían estar con el hijo. Otra opción sería cambiar/sustituir algún día por otro para estar con el hijo. Ya a respecto de los cumpleaños, quizás los padres pudiesen superar las diferencias y hacer una sólo fiesta, para que el/la hijo/a esté con aquellos a quien más ama y no se sienta bajo presión a decidir si desea estar con el padre o la madre. No es fácil para él/ella también, porque ambos son importantes a su vida, pues tiene miedo a lastimar la otra parte y hacerle pensar que a él/ella no le gusta de igual modo.
Una de las partes tiene la tutela de un hijo, la otra no consigue soportar, porque hay días ciertos para las visitas (es como se le quitase un pedazo de su cuerpo o hasta mismo del alma), por eso se aprovecha a cada minuto para estar más cerca a quien se ama. Por esta razón, muchos padres que viven lejos de sus hijos intentan compensar la distancia o las añoranzas con regalos más costosos o mimándolos y aceptando sus malas acciones, por no se sintieren en el derecho a corregirlos en cuando es necesario. Los padres tienen que aprender que hay otras maneras de se demostrar el amor a un hijo: a veces con palabras, otras, con actitudes, y el dinero no puede comprar amor, sino el interés. Para ciertas cosas no hay dinero que la pague, como: un momento en familia, un paseo en la playa, tornarlo una buena persona para el futuro etc.
Si el niño/la niña ya tiene edad suficiente para decir lo que quiere, tal vez sea más seguro que él/ella diga adonde quiere estar en tales fiestas, porque esto en cierto es la más gran prueba de amor: libertad. El hecho de un hijo elegir se desea estar en determinado momento con el padre o la madre no significa que le gusta más la otra parte, apenas que aquella le hace falta, solamente eso. Es muy común que los hijos quieran estar con aquellos que le están lejanos.
Cuando el niño/la niña no tiene voz en la familia para escoger con quien desea quedarse en ciertos momentos, se debe intentar hablar con el/la ex y hacerle entender, no a la fuerza, pero usando las palabras adecuadas, que tú también lo/la ama. En verdad la relación de ex parejas se complica aún más cuando tienen lazos, porque disputan a los hijos en un tipo de “guerra fría”, en la cual nadie muestra a sus armas, pero se sabe que hay una batalla silenciosa en búsqueda de su amor. Infelizmente lo que se sucede en estos casos es que a contrapelo de el padre y la madre se unieren para mostrar al chico que ellos le aman, se crea un sentimiento de separación y competición en el intuito de probar quien ama más un hijo, en el cual ambos quieren vencer y decir instintivamente que el culpable es siempre el otro y no él/ella mismo/a por no continuaren siendo una familia.
Los padres deberían ejercer la función de Papá Noel para sus hijos, mostrándole que él es lo más importante e intentar olvidar las crisis del pasado (casamiento), porque así como viven, en conflicto, lo ponen entre la espalda y la pared, siempre obligándolo a escoger algo cuando en el fondo a él le gustaría tener los dos. Recuérdate que la Navidad es una fecha de unión, es el nacimiento de Jesús Cristo (para aquellos que son cristianos), y no un día especial para tomar golosinas y vino.

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