Revista Diario
Fantasía con una farmacéutica
Publicado el 25 noviembre 2010 por Emilienko-Hola.
-Hola.
-Disculpe, doctor, ¿tendría un momento?
-Sí, sí, dígame.
-Verá, vengo de una compañía farmacéutica y me gustaría presentarle mi producto.
-Claro, pase.
-Verá, se trata de una nuevo fármaco para el tratamiento de...
-¿Cómo? ¿Otro más?
-Bueno, sí, la nueva molécula es de la misma familia que sus antecesoras pero tiene muchas ventajas en comparación con ellas. Presenta menos interacción con otros fármacos y mejores características farmacocinéticas, lo que le permite administrarla en menor número de dosis y con mayor seguridad. ¿Qué le parece?
-Pues me parece muy mal, la verdad.
-¿Mal? ¿Por qué?
-Mal porque la enfermedad para la que sirve este fármaco ya tiene un tratamiento efectivo. No necesito un nuevo protector gástrico, ni otro betabloqueante, ni más antiinflamatorios, ni modernos antibióticos. Ya hay muchos de esos y funcionan bien. Mal porque el dinero que se ha gastado en investigar esta nueva molécula podría haberse invertido en estudios sobre tratamientos para enfermedades en las que aún se necesitan armas terapéuticas: el adenocarcinoma de páncreas, la esclerosis lateral amiotrófica, la mucormicosis rinocerebral invasiva y el glioblastoma multiforme, por ejemplo. Mal porque...
(...)
-¿Doctor? ¿Doctor? ¿Se encuentra usted bien?
-¿Eh? Ah, sí, disculpe, me había distraído un momento...
-Parecía que tuviera la cabeza en otra parte...
-Dígame, lo siento.
-Le decía que vengo de una compañía farmacéutica y me gustaría presentarle mi producto.
Foto: Calle Tetuán. Tenebroso escaparate con maniquíes de niños muy parecidos entre ellos.