Las farmacias valencianas no cobran de la Generalitat el importe de los medicamentos que suministran a los enfermos y cuyo coste o parte del mismo cubre la Seguridad Social. Los farmacéuticos han sido, tradicionalmente, titulares de negocios boyantes que jamás iban a la quiebra; tenían asegurada la venta de productos y el pago garantizado por un organismo oficial. Eso los farmacéuticos con farmacia. Los otros las pasaban negras porque los puestos de trabajo de farmacéutico son más bien escasos. Ahora las cosas han cambiado. Los farmacéuticos con farmacia tienen la obligación de dispensar medicamentos recetados por la Seguridad Social cobrando al usuario la parte correspondiente y esperando a que la otra parte se la pague la Generalitat. Pero ésta no paga y aunque quisieran ponerle un pleito que ganarían tampoco iban a cobrar porque la Generalitat es inembargable. Las consecuencias han sido que muchos profesionales que solicitaron préstamos hipotecarios sobre todo su patrimonio para poder pagar el precio que se pedía por una farmacia -lógicamente ya han bajado de precio- lo tienen en un “ay! Me lo embargan todo o no me lo embargan!”. Muchos han tenido que despedir personal. La Generalitat, al poco de nombrar a Alberto Fabra como President, les dio un calendario de pagos comprometiéndose a ir amortizando la deuda. Pero no ha cumplido. Ahora quiere volver a negociar después de gastarse en otra cosa el dinero que el Estado les dio para cubrir parte de la deuda. Los farmacéuticos han ido a la huelga: no dispensarán medicamentos hasta que no cobren. Hay farmacias que no pueden permitirse el lujo de tener medicamentos caros a disposición de los usuarios y que se niegan a traerlos si éste no paga el precio íntegro.Lejos del caso de los farmacéuticos pero sin embargo muy cerca aunque ellos no lo sepan están las putas. La puta española era una especie en riesgo de extinción. Suelo visitar puticlubs por razones de trabajo y desde hace bastantes años, salvo las excepciones de drogadictas o prostitutas de lujo en las que ejercían españolas, lo normal era encontrarte putas de otras nacionalidades: muchas rumanas, varias negras y el resto de otras naciones. Pues bien, la puta española está resurgiendo y el número de ejemplares está aumentando. Hay mujeres que sobrepasan la cuarentena y que nunca se dedicaron a esto pero ahora confiesan que no encuentran trabajo, que no llegan a fin de mes, que no pueden pagar la hipoteca y se niegan a verse en la calle. “Con uno o dos fines de semana al mes que venga, nivelo mis ingresos”. Hay chicas jóvenes y guapas, que en su vida diurna son estudiantes universitarias y confiesan que también acuden uno o dos fines de semana al mes para redondear sus ingresos porque no han conseguido trabajo de cualquier otra cosa. “He buscado hasta de limpiadora o camarera, cualquier cosa y no encuentro nada, mis padres no pueden darme más dinero y yo quiero estudiar. No les quiero decir que con lo que me dan no puedo hacerlo. Les digo que trabajo en un bar y es cierto porque esto es un bar. Ahora bien, no saben exactamente lo que hago.”. En este blog no hace mucho que yo insistía en que la mujer que se dedica a la prostitución es porque quiere y hasta esta puñetera crisis era cierto. Ahora estrictamente también porque nadie las obliga pero ya hay un componente de necesidad: no encuentran un trabajo “honrado”.Y lejos de lo que está pasando en la calle, envueltos en un estuche de cristal desde el que ven de lejos a sus conciudadanos pero no pueden mezclarse con ellos están los políticos. Su trabajo es honrado como el que más. Siguen cobrando sus sueldos y sus dietas, aceptando regalos y prebendas, sin caerles la cara de vergüenza cuando se meten en el bolsillo -o en la cuenta corriente- el dinero que pagamos en nuestros impuestos, y viajando a nuestra costa en primera clase, en justa contraprestación por habernos vendido y habernos dejado sin ingresos suficientes a nosotros que somos quienes les mantenemos. ¿De verdad creen que su trabajo es honrado? ¿Dormirán tranquilos en sus camas cuando con sus actuaciones erráticas e irresponsables han empujado a mucha gente a la bancarrota o/y a la prostitución? ¿No tenían que haber pospuesto el cobro de sus magníficos haberes hasta que no hubieran pagado las medicinas o se hubieran instaurado viviendas sociales o subsidios mínimos? No hablo ya de los que están siendo imputados por escándalos financieros o malversaciones sino de los que se suponen “honrados”. ¿De verdad creen que son más honrados que nuestras putas?Cada vez entiendo menos lo que pasa. No es cierto. Entiendo perfectamente lo que está pasando: se ha perdido el sentido del deber y del servicio público. Un político ha sido elegido por su capacidad para servir a los demás y defender a los desprotegidos. Hemos prostituido también la institución: ahora detentan el poder y nos obligan a nosotros, a los que tenían que servir, a pasar penurias mientras ellos se ocupan de mantener a toda costa sus prebendas. Ojalá hubiera una medicina de la que venden los farmacéuticos que nos vacunara contra el canto de sirenas que nos hacen oír en campaña electoral y no fuéramos nadie a votar mientras en las listas hubiera un solo imputado o no pudiéramos marcar la casilla de la persona exacta que queremos que nos represente en el parlamento.No existe esa medicina y no nos queda otra que rebelarnos de una manera drástica contra esta tiranía política. La mejor manera que encuentro es exigir nuevas elecciones y que no asista nadie a votar. Esa sería nuestra manera de demostrar que no estamos conformes con sus trapicheos y su actitud. A ver cómo explican en Europa que el 90% de los españoles no han elegido a ningún político. Sería la deslegitimación del sistema político que tenemos y tendrían que cambiar las cosas. Por nosotros. Por nuestras nuevas putas.
Farmacias, putas y políticos
Publicado el 10 noviembre 2012 por ArnaudelatorreLas farmacias valencianas no cobran de la Generalitat el importe de los medicamentos que suministran a los enfermos y cuyo coste o parte del mismo cubre la Seguridad Social. Los farmacéuticos han sido, tradicionalmente, titulares de negocios boyantes que jamás iban a la quiebra; tenían asegurada la venta de productos y el pago garantizado por un organismo oficial. Eso los farmacéuticos con farmacia. Los otros las pasaban negras porque los puestos de trabajo de farmacéutico son más bien escasos. Ahora las cosas han cambiado. Los farmacéuticos con farmacia tienen la obligación de dispensar medicamentos recetados por la Seguridad Social cobrando al usuario la parte correspondiente y esperando a que la otra parte se la pague la Generalitat. Pero ésta no paga y aunque quisieran ponerle un pleito que ganarían tampoco iban a cobrar porque la Generalitat es inembargable. Las consecuencias han sido que muchos profesionales que solicitaron préstamos hipotecarios sobre todo su patrimonio para poder pagar el precio que se pedía por una farmacia -lógicamente ya han bajado de precio- lo tienen en un “ay! Me lo embargan todo o no me lo embargan!”. Muchos han tenido que despedir personal. La Generalitat, al poco de nombrar a Alberto Fabra como President, les dio un calendario de pagos comprometiéndose a ir amortizando la deuda. Pero no ha cumplido. Ahora quiere volver a negociar después de gastarse en otra cosa el dinero que el Estado les dio para cubrir parte de la deuda. Los farmacéuticos han ido a la huelga: no dispensarán medicamentos hasta que no cobren. Hay farmacias que no pueden permitirse el lujo de tener medicamentos caros a disposición de los usuarios y que se niegan a traerlos si éste no paga el precio íntegro.Lejos del caso de los farmacéuticos pero sin embargo muy cerca aunque ellos no lo sepan están las putas. La puta española era una especie en riesgo de extinción. Suelo visitar puticlubs por razones de trabajo y desde hace bastantes años, salvo las excepciones de drogadictas o prostitutas de lujo en las que ejercían españolas, lo normal era encontrarte putas de otras nacionalidades: muchas rumanas, varias negras y el resto de otras naciones. Pues bien, la puta española está resurgiendo y el número de ejemplares está aumentando. Hay mujeres que sobrepasan la cuarentena y que nunca se dedicaron a esto pero ahora confiesan que no encuentran trabajo, que no llegan a fin de mes, que no pueden pagar la hipoteca y se niegan a verse en la calle. “Con uno o dos fines de semana al mes que venga, nivelo mis ingresos”. Hay chicas jóvenes y guapas, que en su vida diurna son estudiantes universitarias y confiesan que también acuden uno o dos fines de semana al mes para redondear sus ingresos porque no han conseguido trabajo de cualquier otra cosa. “He buscado hasta de limpiadora o camarera, cualquier cosa y no encuentro nada, mis padres no pueden darme más dinero y yo quiero estudiar. No les quiero decir que con lo que me dan no puedo hacerlo. Les digo que trabajo en un bar y es cierto porque esto es un bar. Ahora bien, no saben exactamente lo que hago.”. En este blog no hace mucho que yo insistía en que la mujer que se dedica a la prostitución es porque quiere y hasta esta puñetera crisis era cierto. Ahora estrictamente también porque nadie las obliga pero ya hay un componente de necesidad: no encuentran un trabajo “honrado”.Y lejos de lo que está pasando en la calle, envueltos en un estuche de cristal desde el que ven de lejos a sus conciudadanos pero no pueden mezclarse con ellos están los políticos. Su trabajo es honrado como el que más. Siguen cobrando sus sueldos y sus dietas, aceptando regalos y prebendas, sin caerles la cara de vergüenza cuando se meten en el bolsillo -o en la cuenta corriente- el dinero que pagamos en nuestros impuestos, y viajando a nuestra costa en primera clase, en justa contraprestación por habernos vendido y habernos dejado sin ingresos suficientes a nosotros que somos quienes les mantenemos. ¿De verdad creen que su trabajo es honrado? ¿Dormirán tranquilos en sus camas cuando con sus actuaciones erráticas e irresponsables han empujado a mucha gente a la bancarrota o/y a la prostitución? ¿No tenían que haber pospuesto el cobro de sus magníficos haberes hasta que no hubieran pagado las medicinas o se hubieran instaurado viviendas sociales o subsidios mínimos? No hablo ya de los que están siendo imputados por escándalos financieros o malversaciones sino de los que se suponen “honrados”. ¿De verdad creen que son más honrados que nuestras putas?Cada vez entiendo menos lo que pasa. No es cierto. Entiendo perfectamente lo que está pasando: se ha perdido el sentido del deber y del servicio público. Un político ha sido elegido por su capacidad para servir a los demás y defender a los desprotegidos. Hemos prostituido también la institución: ahora detentan el poder y nos obligan a nosotros, a los que tenían que servir, a pasar penurias mientras ellos se ocupan de mantener a toda costa sus prebendas. Ojalá hubiera una medicina de la que venden los farmacéuticos que nos vacunara contra el canto de sirenas que nos hacen oír en campaña electoral y no fuéramos nadie a votar mientras en las listas hubiera un solo imputado o no pudiéramos marcar la casilla de la persona exacta que queremos que nos represente en el parlamento.No existe esa medicina y no nos queda otra que rebelarnos de una manera drástica contra esta tiranía política. La mejor manera que encuentro es exigir nuevas elecciones y que no asista nadie a votar. Esa sería nuestra manera de demostrar que no estamos conformes con sus trapicheos y su actitud. A ver cómo explican en Europa que el 90% de los españoles no han elegido a ningún político. Sería la deslegitimación del sistema político que tenemos y tendrían que cambiar las cosas. Por nosotros. Por nuestras nuevas putas.