El episodio se inició con un asalto donde madre e hija fueron sorprendidas en su casa. Las amenazaron con un cuchillo y las golpearon. La más joven de las víctimas logró zafar de los asaltantes y pedir ayuda a los gritos. Los delincuentes decidieron escapar a la carrera, pero a raíz de los gritos de alerta fueron perseguidos por los vecinos, que participaban en ese momento de una recreación callejera del Vía Crucis por el Viernes Santo.
Uno de los sujetos, más obeso que su cómplice, fue alcanzado...]