Revista Diario
Febrero llegó, y mi disfraz faltó.
Publicado el 11 febrero 2013 por Davidsaavedra21Mentiría si dijera que no se me hace extraño estar en febrero y no encontrar en mi armario ninguna prenda que se salga de lo habitual, mirar mi perfil de Facebook y no tener fotos en las que bajo mi etiqueta no saliera "David", no haber tenido que estrujar una vez más mi garganta para lograr la enésima imitación, echar un vistazo al baño y no encontrar rastro de maquillaje, purpurina, pinturas... Pero lo más raro de todo, sin duda alguna, es despertarme en plenos carnavales y saber que este año voy a seguir siendo David, o a lo sumo Saavedra. Y es que tras 23 años, este ha sido el primero en el que he faltado a mi cita puntual con el Carnaval.
Aunque es en febrero cuando uno saca el disfraz, para mi el carnaval comienza mucho antes. Desde que se empiezan a agolpar en mi arremolinada cabeza posibles ideas para el nuevo personaje; y digo personaje porque no me limito a ponerme una ropa diferente a la del resto de los días, sino que tiendo a ponerme su personalidad. Tampoco he tenido este año las tradicionales preguntas, a las que saben que nunca respondo, como ¿y este año de que te vas a disfrazar?, pero que tanto me gusta escuchar y poner cara de póker ante sus pesquisas. Esto solía ocurrir a medida que enero iba avanzando, aunque algunos ya en verano probaban suerte. El hecho de darle tanto misterio al disfraz, y meterme en su piel lo máximo posible, es algo que me viene de herencia paterna. Ya que desde muy pequeño veia en casa que con febrero llegaba la fiesta, que mi padre pasaba de ser Antonio el administrativo, a ser "Rappel", "Profesor de economía", "Fidel Castro", "Un semáforo", "Un vendedor de periódicos"... culminándolo todo con "Antoñito el pregonero". Ha colgado el antifaz recientemente, pero estoy seguro que es para tomar carrerilla y volver el año que viene con energías renovadas. Porque no sabría decir quién se necesita más, si el Carnaval a él, o él al Carnaval; y este año nos cuando han pasado lista, nos han puesto falta a los dos...
Cuando el calendario anunciaba que febrero se acercaba, se reabrían los baúles con disfraces de otros años, aunque lo que se reabría con más frecuencia era el costurero de mi madre (estoy seguro que ella también ha notado una extraña calma este año). Porque mientras yo pensaba en el personaje, ella ya iba diseñando en su cabeza los patrones que debería cortar, las telas que tendría que comprar, y las veces que pensaría en estrellarme cuando llegaba repentinamente con alguna idea nueva. Y cada año, sin excepción, el traje superaba con creces a lo que yo había pensado en un principio. Creo que no hay título para esto, pero ella es sin lugar a dudas, Ingeniera de Disfraces.Y por si esto no fuera suficiente, también tenía que cuidar de este mocoso cuando se ponía malo. No se me olvidan aquellos 3-4 años consecutivos en los que pillaba algún virus en mitad de los carnavales. Yo creo que ahí Don Carnal estaba poniendo a prueba mi nivel de compromiso con la fiesta.
Afortunadamente, hay otra parte muy importante del Carnaval, que no me he perdido. Se trata de las comparsas y chirigotas de Cádiz, si alguien rastrease las audiencias de Onda Cádiz y Canal Sur, comprobaría como han aumentando exponecialmente en Dublín. También se pueden comprobar los monotemáticos que han sido mis últimos tweets. En este caso además contaba con los comentarios del mayor experto del concurso que conozco, y que curiosamente no es gaditano. Este año no habrá peregrinaje carnavalero por Valdepeñas, Manzanares (aunque aquí me consta que alguien le ha vuelto a dar vida a uno de mis viejos personajes), Ciudad Real, Miguelturra, La Solana, Cádiz, Bornos... Por eso, el máximo tributo que puedo rendirle al Carnaval son estas líneas. A las que dudo que haya llegado alguien que no entienda esta fiesta, alguien que considere que ponerse un disfraz es hacer el gilipollas. Si se diera el caso, me gustaría que reflexionara sobre cuantos gilipollas soportamos el resto del año, y no van precisamente con la intención de hacernos pasar un buen rato. Solo os pido una cosa para este Carnaval, a todos los que lo veáis por la calle, dadle recuerdos de mi parte y que por favor disculpe mi ausencia. Yo mientras me seguiré muriendo de envidia (la mas sana que conozco) viendo vuestros disfraces de este año. ¡¡Feliz Carnaval!!.