Llego Enero y como curiosidad contadalgo que tal vez ya conocéis:
Las familias burguesas españolas copiaron esta costumbre considerándola muy refinada.
En el año 1882, unos madrileños decidieron pasárselo bien a costa de reírse de esa estúpida costumbre que habían adoptado los ricachuelos del lugar.
Y se fueron a la Plaza del Sol en Madrid, allí esperaron a que sonaran las campanas de medianoche y despidieron el año tomando uvas y champán.
Aquel suceso se hizo tan popular que paso a ser la costumbre del lugar y se extendió a los países hispano americanos y Australia.