¡Hola a todos!
Ahora sí que ya queda menos para 2013…. apenas unas horas. En Nueva Zelanda y Australia ya lo están festejando. Es bonito ver las imágenes en televisión este mediodía con las celebraciones en cada país, los fuegos artificiales y las fiestas.
A nosotras nos gusta fantasear con la idea de imaginar que vamos a cada uno de esos lugares. Empezaríamos por Nueva Zelanda, justo en las Antípodas, como los antiguos guerreros maoríes.
Y luego iríamos a Australia, a ver los fuegos artificiales desde el puerto de Sydney.
Después nos perderíamos entre el bullicio y jaleo de las calles de Hong Kong o Singapur, para ascender a continuación a las cumbres más altas del Himalaya y calentarnos en la lumbre de las silenciosas moradas tibetanas, al abrigo de inmensa nieve.
Seguiríamos nuestro viaje en Bombay, apabulladas por el carácter de la gente, humildísima y digna, para presenciar sus ritos hindúes y budistas y dejarnos imbuir por su ruidosa celebración.
Volaríamos hasta Belén, para soñar que personas de todas las religiones se unen durante una noche y brindan por lo que les acerca, olvidando lo que les separa.
Y de Belén, henchidas, saltaríamos hasta Estambul, donde brindaríamos en el Bósforo cantando la Canción del Pirata de Espronceda ” …a un lado Asia, al otro Europa, y allá, en el centro, Estambul”…
Nos hemos puesto melancólicas y un punto cursis, pensando en el año que termina, confiando en que 2013 no sea tan malo como lo pintan algunos, empeñados como están en quitarnos la esperanza y la ilusión.
En todo caso, esperamos no haberos aburrido o dormido con nuestras historias. Esto de cambiar de año nos toca a fondo…
Gracias por estar siempre con nosotros.
Un abrazo fuerte de Carmen, Mirentxu, Bego y Sheila.