Lo más seguro es que este post lo veáis horas después de su publicación, o tal vez días más tarde, lo que está claro es que pocos -por no decir nadie, ni yo misma, eso te lo aseguro- lo verán según se publica
Sea como fuere, me apuesto un mikolápiz a que estáis viendo esto, como pronto, después de comer. No obstante, para los raritos que lean el post justo después de su publicación, recordaros que hoy tiene lugar ese extraño fenómeno que de pequeña me despertaba a todo volumen -mi padre no se lo perdía ningún año-, ese que de mayor no he llegado a ver más que una vez, y porque todavía no me había acostado. ¿No sabéis de qué hablo? Buah, ¡vergüenza debería daros! Hablo del Concierto de Año Nuevo, ¿qué sino?
¿Ya lo han puesto y no lo habéis visto, verdad? ¡Cómo os conozco!
Por cierto, tú, sí, sí, tú, pellízcate un poco las mejillas o algo, que tienes color Año Nuevo, sí hombre, como de Marilyn Manson. ¿No me crees? Mírate al espejo...
¿Qué, tenía razón, no? Anda, vete a descansar, y que tengas feliz año nuevo.
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