El día de la madre, aunque casi parezca una festividad de ahora, ya existía en la Antigua Greca, cuando los griegos idolatraban a la mujer como símbolo de vida y fertilidad,cosa que quizás ahora muchos hijos hemos perdido a la hora de darnos cuenta de lo realmente necesaria que es una madre en nuestras vidas. Sin ella, no tendríamos quién muchas veces nos entendiera más que la soledad, no gozaríamos de una amiga confidente a la que contar nuestro quebraderos de cabeza, ni conoceríamos el verdadero amor que profesa una madre.
A mi madre, por todo lo que hizo, hace y hará por mi. Mil veces gracias por ser la heroína de mi vida, y demostrarme que el cariño rompe fronteras y que la felicidad propia también se puede encontrar a los demás.
Porque cada día debería ser el día de madre.
Por eso y mucho más, gracias mamá.